A inicios de este año, el Ministerio de Hacienda anunció que iba a llevar a cabo coberturas sobre precios del petróleo con el fin de garantizar los ingresos de la Nación derivados del crudo y así evitar complicaciones derivadas de una posible caída en los precios.
“Me comprometo con las coberturas en el año más no en un mes en específico. Estas operaciones son de alta confidencialidad y de alta sensibilidad para el mercado. Entre más revele, peor para la Nación. La idea es aprovechar las ventanas para contarle al mercado y la opinión pública sobre la operación”, dijo en marzo pasado el director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, Cesar Arias.
Los meses pasaron, la regulación de las coberturas se definió e incluso SEMANA conoció que el Ministerio de Hacienda estaba haciendo una convocatoria para contratar una firma que le brinde asesoría para llevar a cabo estas coberturas petroleras.
Sin embargo, fuentes del Ministerio de Hacienda le confirmaron a SEMANA que en 2021 ya no se harán las coberturas petroleras, a pesar de que el precio del petróleo Brent (que es el que usa Colombia para sus cuentas fiscales) está por encima de los US$80.
“Este año no tenemos pensado hacerlas (coberturas) debido a que seguimos revisando algunos aspectos técnicos respecto al tema”, dijo una fuente del Ministerio.
Las coberturas son mecanismos por medio de los cuales las compañías o los gobiernos pueden garantizar sus respectivos flujos de caja tomando como base el precio de referencia de un bien.
Lo que haría el Gobierno con estas coberturas petroleras es aprovechar los precios elevados del crudo para garantizar ciertos ingresos de la Nación teniendo como base un precio en específico. Con esto se evitaría una disminución de ingresos ante una eventual caída de los precios, como sucedió en 2020.
Para los analistas locales, las coberturas son un buen mecanismo para planificar los presupuestos y el ingreso de recursos, aunque consideran que en Colombia no hay una “cultura” enfocada en llevar a cabo este tipo de iniciativas.
“En general, acá no hay una cultura a nivel país de manejo de riesgo y en ese sentido es difícil que estén dadas las condiciones para que empiecen a operar este tipo de coberturas petroleras”, dijo el director de investigaciones económicas de Corficolombiana, José Ignacio López.
Para el economista principal de Scotiabank Colpatria, Sergio Olarte, las coberturas podrían ayudar a que Colombia lleve a cabo una mejor planeación presupuestal.
“Los cubrimientos de precios de activos son muy útiles para tener claridad sobre los flujos de caja futuros de un negocio, en este caso el negocio es el sector público, para con ello tener más certidumbre de cuánto y cómo van a entrar los dineros y hacer así una planeación de gasto e inversión hacia futuro”, dijo Olarte.
A pesar de que las coberturas petroleras son un mecanismo que técnicamente es beneficioso para un país, también tiene cierto riesgo, sobre todo político, en caso tal de que los precios del crudo aumenten más allá del precio acordado por la cobertura.
“En lo público tiende a haber una estructura de juzgar estas políticas ex-post. El día de mañana el precio del petróleo puede seguir subiendo y es probable que se genere un ruido político y legal, porque los precios subieron y se perdió dinero al haber hecho coberturas por precios por debajo”, explicó López.
En la actualidad, el barril de petróleo Brent se ubica por encima de los US$83, cifra superior a lo estimado por el Gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo que era de US$63 por barril.
Es de mencionar que, de acuerdo con datos de Hacienda, cada dólar en el precio del petróleo representa US$130 millones (a la TRM de hoy son poco más de $490.000 millones), que si sube el precio llegan al país y si cae, pues se dejan de recibir.
Aún se desconoce hasta dónde llegará el valor del petróleo.