Mientras exista plata con qué pagar, que vivan los créditos. El riesgo es que las personas estén tomando préstamos para suplir necesidades inmediatas, sin que en el horizonte tengan claro cómo van a pagar. Eso es parte de lo que puede suceder en una crisis, luego de la cual, hay pérdidas de empleo y negocios en dificultades.
Sin embargo, también puede ser una señal de reactivación, debido a la confianza que tienen los ciudadanos para endeudarse y emprender negocios, por ejemplo.
Lo cierto es que, según un informe presentado este jueves por la Central de Información Crediticia, Datacrédito Experian, la originación de créditos (los servicios que se reciben desde que se pide información para obtener un crédito hasta que termina todo el proceso administrativo de otorgamiento del mismo) se incrementó en 122 % entre abril y noviembre del 2020, luego de una caída de cerca del 60 % entre enero y abril.
Un crecimiento de 122 % implica que, si antes una persona pedía prestado 100 pesos, en ese lapso aumentó a 222 pesos.
Compra de casa puso la gasolina
El impulso fue puesto por los créditos hipotecarios y los créditos rotativos, lo que coincide con el alto crecimiento histórico que tuvo el año pasado la venta de vivienda en el país, año de crisis, pero con 170.000 unidades habitacionales anuales vendidas.
Según Datacrédito Experian, “la reactivación paulatina de la economía llevó a un crecimiento estable del crédito durante el 2020″ y en el 2021 se espera que se mantenga la tendencia.
En el caso de la línea de crédito hipotecario, el incremento fue de 292 %; mientras que los créditos rotativos (los cupos que tienen las personas asignados), se expandieron en 258 % y los créditos del sector real aumentaron en 195 %.
Otra de las estadísticas que se evidencian en el informe de Datacrédito Experian es otra de las realidades en el comercio que motivó la pandemia: la gente se lanzó a comprar vehículo para reducir el uso de transporte público, en el que percibían mayor riesgo de aglomeraciones.
Pidieron más préstamos para vehículo
Los números muestran que el crédito para vehículo se recuperó y, principalmente en noviembre, llegó a cifras similares a las registradas antes del inicio de la pandemia.
Pero eso sí, si el comportamiento por meses, en el 2020, da muestras de una reactivación en el último tramo del año, en el acumulado total las cuentas no fueron tan buenas. Frente al 2019, hubo un descenso del 24 % en la toma de créditos, lo que, según Datacrédito, “es evidencia del verdadero impacto en un año que había iniciado con grandes perspectivas”. De hecho, en enero, el incremento en la originación de créditos ya llevaba un 11 % más que en igual mes del 2019.
¿Quiénes piden crédito?
Un informe de Lineru, que maneja créditos en línea, elaboró un perfil de los que están pidiendo préstamos.
Es así como, 70 % de las personas con solicitudes aprobadas tenían reportes negativos o no tenían historial crediticio. Un 75 % de los usuarios que recibieron un crédito pertenecen a los estratos socioeconómicos 2 y 3.
Se destaca que hay gente muy joven empezando su historial crediticio y que un 23 % de los usuarios que acceden a este tipo de créditos están entre los 25 y 30 años. El 47 % de las personas con un crédito aprobado reportaron no tener hijos, mientras que el 80 % que recibieron crédito son empleados.