Los hogares colombianos hacen toda clase de malabares para enfrentar la situación que ha traído el alto precio que tienen los bienes y servicios, principalmente los de la canasta básica.
Dejar de comer es imposible. En muchos hogares, algunos de sus integrantes perdieron el empleo, a otros no les incrementaron el sueldo. Pero eso sí, entre más dificultades, más se activa el ingenio. Así lo evidencia un estudio de la firma de consumo Kantar, que puso el lente en el tema y encontró las alternativas de las que están echando mano los colombianos para hacer rendir el mercado.
Así comen en el día
La investigación fue realizada por la división Worldpanel de Kantar, que revisó lo sucedido en el primer trimestre de 2023. En ella se da a conocer que, aunque los hogares no reducen la cantidad de categorías de productos que compran, sí están buscando optimizar sus recursos económicos, pues, ahora, la plata rinde menos. “Los colombianos están tratando de administrar mejor los productos que compran para que duren más tiempo, es decir, buscan poder utilizarlos más veces”, afirmó Jorge Guauque, director de Analítica de Kantar Colombia.
Para ilustrar lo que están haciendo los hogares con relación al consumo, la firma puso el ejemplo del agua, que duplica las ocasiones de consumo en la preparación de chocolate caliente. Eso no es otra cosa que echarle más agua a la bebida, utilizada en millones de hogares durante el desayuno, para enfrentar el aumento en el precio de la leche en los últimos meses.
Así las cosas, ahora los colombianos inician el día con productos energéticos, pero lo terminan con bebidas relajantes o comidas ligeras como fruta fresca, según halló el estudio.
En lo corrido de este año, la variación en el precio de la leche va en 21,82 %, según el más reciente informe del Dane, sobre la inflación en Colombia, indicador que llegó al 12,13 % en junio. La cifra es menor a la registrada en mayo, pero está muy lejos aún del rango meta previsto por el Banco de la República (entre 2 y 4 %). Las expectativas oficiales apuntan a que siga disminuyendo, lo que tendría que trasladarse al consumidor que ya ha tenido castigado el bolsillo. Sin embargo, existen riesgos que podría impedir que la descolgada que está teniendo la inflación, continúe. Así que el derroche de ingenio para enfrentar la carestía, continuará.
Para equilibrar las finanzas, los colombianos aumentaron las veces que consumen algún producto al día, lo que lleva a los investigadores a concluir que están cambiando sus hábitos, como consecuencia de la situación actual, en la que deben seguir comiendo, pero no de la misma manera en la que lo habían antes.
Es así como introdujeron dos consumos al día, además de las comidas, para compensar los cambios que han tenido que adoptar en los patrones de alimentación. Por ejemplo, si antes al almuerzo comían una proteína como el pescado, ahora la reemplazan por un grano como la lenteja y en porciones más pequeñas. Por consiguiente, estiman que deben consumir entre las comidas principales, más snack (dos al día, uno entre el desayuno y el almuerzo y otro entre el almuerzo y la cena). “Los colombianos, debido a la coyuntura actual, están buscando opciones más rápidas, convenientes y de ahorro debido a que ―seguramente― tener estas ocasiones de consumo por fuera representaría un gasto mayor”, explicó Guauque.
Diferencias regionales
Así como hay diferencias entre la inflación que tienen las ciudades, también las hay en los hábitos de consumo que hay ahora que todo está más caro.
En los consumidores de nivel socioeconómico bajo, de edad avanzada y de la región del Atlántico, aumentaron más sus ocasiones de consumo de alimentos y bebidas al día para contrarrestar la transformación en el menú.
¿Solos o acompañados?
En el estudio también se evidenció que los colombianos, si bien continúan compartiendo los consumos de las comidas principales, el momento del snack es más individual. De las ocasiones de consumo, el 93 % son compartidas, mientras que el 7 % son individuales.
Más sal, menos azúcar
Otro dato que halló el estudio es que se incrementaron las ocasiones en las que se consumen algunos productos, en comparación con el trimestre anterior. De esa manera, la sal de mesa lidera este crecimiento con una contribución del 9,6 %, seguida del aceite con 7,9 % (está consumiendo alimentos rápidos y más económicos).
Por el contrario, las categorías de bebidas con azúcar y el pan artesanal mostraron una contracción en las ocasiones de consumo -0,5 %; mientras que los jugos listos para beber bajaron en -0,2 %.