Uno de los debates más importantes en este momento en el país, más allá de la reforma tributaria, tiene que ver con lo que pasará con el precio de la gasolina y el ACPM, luego de que el presidente Gustavo Petro advirtiera que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) ya no da más abasto y se tiene que reestructurar el sistema de subsidios a este sector de la economía.
Por medio de su cuenta de Twitter, el mandatario de los colombianos aseguró que los casi 40 billones anuales que alcanza el déficit del FEPC (el cual busca evitar que el alza internacional de los precios del petróleo impacte demasiado el costo interno de la gasolina), es casi la mitad del déficit del presupuesto nacional y dijo que se está convirtiendo en un hueco para las finanzas públicas.
El déficit del FEPC empezó a subir de la mano del incremento en los precios internacionales del crudo, que en la pandemia llegaron a ser negativos, pero en 2021 se recuperaron y tras el inicio de la guerra en Ucrania se elevaron por encima de los 100 dólares por barril. Con este sistema, básicamente al país le va bien si el petróleo está bajo y se reparten subsidios cuando está alto.
Ahora bien, ahora que el Estado no aguanta más ayudas y que muchos hablan de aumentos de mínimo 400 pesos, si se tiene en cuenta lo dicho por el Marco Fiscal de Mediano Plazo y hasta de 5.000 pesos si se eliminan la totalidad de los subsidios que en este momento se entregan, muchos colombianos empiezan a mirar cómo les impactará esto el bolsillo.
Lo que se sabe por ahora, según el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, es que el mes de octubre llegará con ajustes al alza, los cuales serán menores a lo propuesto por el gobierno Duque, es decir que estarán por debajo de 400 pesos, aunque no definió un monto exacto. Según este funcionario, el aumento es una medida que no da espera.
“Ya el presidente (Gustavo Petro) ha anunciado la decisión de ir ajustando los precios de los combustibles, sobre todo de la gasolina. Creo que el otro mes comenzaremos con pequeños aumentos inicialmente, para no afectar la inflación que es muy alta y ya el otro año, cuando empiecen a bajar otros rubros de inflación, hacer un poco más rápido el ajuste”, dijo al respecto José Antonio Ocampo.
¿Qué más sube junto a los combustibles?
De acuerdo con el economista Martín Jaramillo, en entrevista con SEMANA, en primer lugar, se debe dar un vistazo a los derivados de la gasolina (aceites, azufre, ceras, parafinas, emulsiones, gases licuados y coque), los cuales serán los primeramente impactados con esta alza, ya que su materia prima subirá y, por tanto, elevará los costos de producción.
Luego de esto vienen las cadenas de operación y distribución logística en todo el país, es decir, aquellas que dependen de los transportadores, ya sean de carga liviana, pesada, taxistas o vehículos por plataformas, los cuales dependen de los combustibles para su operación. Según este experto, no se podría descartar un aumento de los fletes.
“Por derecha los transportadores aumentan los fletes, los camioneros, los Uber, los taxis, toda la gente que usa carro y presta un servicio de transporte, ya sea para la alimentación, para los bienes, para la carga, suben de precio. Empecemos porque estos servicios terminarán subiendo de precio”, dijo inicialmente Jaramillo.
Frente a este punto, recientemente Nidia Hernández Jiménez, presidente de Colfecar, indicó que si bien los combustibles han mostrado un comportamiento estable en los últimos dos meses, no se puede permitir un alza descontrolada en este ítem, ya que constituye el 1,6 % del precio de gran parte de los productos que consumen a diario miles de colombianos.
“Por tal razón, si aumenta el valor del combustible se generará un alza aún mayor en la inflación; en efecto, se estima un alza del 0,65 % en la canasta básica por cada mil pesos que suba el precio del galón de combustible; de ahí la importancia de que dicho rubro mantenga su estabilidad”, explicó la vocera gremial.
Así las cosas, los alimentos también se verían afectados y la canasta familiar sufriría las consecuencias directas de este aumento en el valor de los combustibles, puesto que los productores deben compensar el alza que pagarán en insumos y por llevar los productos hasta los distribuidores o consumidores finales.
Andrés Jaramillo explicó que al ser una acción que no se puede postergar, pese a que desde el Gobierno pasado se vienen dando largas para no disparar aún más la ya elevada inflación, principalmente por “razones políticas”, el país debe prepararse para momentos de ajuste y restricciones en la economía, ya que el costo de vida seguirá aumentando.
“Yo creo que las medidas tomadas hasta ahora, como la subida de tasas y demás, quedan completamente ante el aumento de los combustibles. Cuando todo el transporte y todo lo que mueve los insumos, la materia prima y los alimentos, eso se traduce en un aumento de los bienes de la canasta familiar, viene una época terrible con los aumentos de la tasa de la gasolina”, concluyó este experto.