Si algo hay que cuidar en 2023 es el empleo y dos de los sectores generadores de puestos de trabajo son el comercio y la industria, cuyas estadísticas fueron presentadas este martes 17 de enero por el Dane, y en ellas se muestran señales de cómo podría estar el mercado laboral en este complejo año.
Es claro que el comercio vende si la industria produce y los dos sectores se mueven si hay confianza en que la economía irá por buena senda. Si bien los resultados presentados por el Dane son hasta noviembre de 2022, mes que antecedió la temporada navideña, ya había la suficiente información para augurar que el 2023 sería un año de desaceleración y de riesgos latentes por todos lados: inflación alta, posible recesión, entre otras.
Por eso, hay que poner el visor en el comercio, sector que, aunque acumuló un crecimiento en las ventas de 11,8 % en el año corrido, hasta noviembre, en el mes siguiente mostró un declive, al punto de que Fenalco -que hace una evaluación más rápida que la del estudio del Dane- lo consideró el peor mes del 2022.
Entre tanto, el Índice de Producción Industrial registrado en el mismo periodo fue de 8,2 %, lo que indica que aún estaba en buena posición, lo que, al parecer, no se mantendrá igual en este año.
¿Qué se produjo y qué se vendió más?
Según las estadísticas presentadas por el Dane, de manera aislada -solo en noviembre de 2022-, las ventas reales del comercio minorista aumentaron 1,7 %, mientras que el personal ocupado subió en 4 %, quizás adelantándose a la contratación de mano de obra para la temporada de fin de año, que tradicionalmente es dinámica en ventas y, por lo tanto, en vinculación de trabajadores.
En los doce meses (noviembre 2021 a noviembre de 2022) las ventas reales del comercio minorista se incrementaron en 12,2 % y el personal ocupado se redujo a 3,1 %. La producción industrial también fue similar en los doce meses a lo ocurrido en todo lo corrido del año. Se movió a un ritmo de 8,4 %.
Aunque ya los estudios de expertos muestran que el consumo de los hogares se está frenando, el comportamiento de las ventas, hasta el onceavo mes del año pasado, aún mantenía el ritmo.
Los resultados presentados por el Dane indican que, excluyendo el comercio de combustibles, la variación de las ventas reales del sector fue de 1,6 %. Ese dato, si se compara con 2019, antes de la pandemia, el incremento es de 13,5 % en las ventas del comercio minorista; mientras que en lo que tiene que ver con el personal ocupado, se presenta una caída de 1,2 %. Eso significa que, pese a que se vendió más, se apretaron las nóminas.
En el penúltimo mes del año pasado, los segmentos de mercancía que más incrementaron ventas fueron motocicletas y otros vehículos (19,4 %); bebidas alcohólicas y cigarrillos (18,4 %); libros, revistas y papelería (16,$ %), y calzado (10,3 %).
¿Y qué pasó con la industria?
El comercio y la industria son dos sectores interrelacionados. La manufactura se arriesga si hay expectativas de ventas. En noviembre, el índice de producción industrial aumentó en 2,5 %, impulsado por la industria manufacturera, que se movió y aumentó en 4,5 %; mientras que el aporte negativo estuvo por el lado de minas y canteras, que decreció en 4,5 %.
Diciembre no fue nada bueno, dice Fenalco
Para diciembre, según la Bitácora elaborada por Fenalco, gremio de comerciantes, las cosas no pintaron tan bien. Jaime Alberto Cabal, presidente de la agremiación, dijo que el 71 % de los comerciantes vio disminuir sus ventas, o, a lo sumo, tuvieron un comportamiento similar al de igual mes del año pasado, es decir, no avanzaron nada.
Peor aún es que, el 52 % de los comerciantes redujeron sus utilidades o perdieron dinero, según sostuvo Cabal. Para el vocero de este gremio, la eliminación del último día sin IVA que se tendría en 2022, según la ley de reforma tributaria aprobada antes del gobierno de Gustavo Petro, hubiera sido clave para evitar los resultados que ahora preocupan, toda vez que la industria y el comercio son claves para el empleo en el país.