Con paso firme avanza la mesa tripartita de concertación de política salarial, en la que se intenta llegar a un acuerdo entre las partes para determinar el incremento en el salario mínimo.
Este lunes 4 de diciembre, se llevó a cabo una nueva reunión en pleno, con varios de los temas que deben entrar a jugar para llegar finalmente a una cifra.
La productividad, en especial, es uno de los que pesan, pues el alegato frecuente es que es baja, por lo cual, en muchos años, en vez de sumar, resta, y en 2023, para definir el incremento que regirá en 2024, el dato presentado fue negativo, de -1 %.
El Dane recomendó que, para la negociación del aumento, no se tomara el dato negativo, que es el de la llamada productividad total o de todos los factores, en el que entra no solo el aporte del trabajador, con su fuerza laboral, sino también otros elementos, como el costo de los insumos para producir los bienes y servicios, y la tecnología, entre otros.
La sugerencia del Dane es que se tenga en cuenta en la negociación solo la productividad del trabajador, que para este año fue calculada en 0,76 %.
En el mismo sentido, salieron a pronunciarse algunos de los sindicatos que representan a los trabajadores en la mesa de concertación.
Fabio Arias, presidente de la CUT (Central Unitaria de Trabajadores), se pronunció al respecto y recordó que las centrales de trabajadores siempre han abogado para que se tenga en cuenta la productividad laboral. No obstante, como en 17 años, desde 2006, no ha sido así, implica que “tenemos una diferencia de 20 puntos entre la productividad total y la productividad laboral. Los gobiernos proempresariales nos han quedado debiendo”.
Posición del MinTrabajo
Por el lado de la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, hay total optimismo para conseguir un acuerdo que permita un incremento salarial que no afecte a ninguna de las partes: ni trabajadores ni empleadores.
Lo que ha sucedido hasta ahora, contando con la cuarta sesión de la mesa de negociación, que tuvo lugar este lunes, es que se han destapado los informes de mercado laboral, de productividad y del contexto macroeconómico del país, tanto en este año, como el pronóstico del que viene.
Aunque la negociación aplica para 2,6 milones de trabajadores que devengan un salario mínimo, y para los pensionados que tienen esa asignación salarial, el salario mínimo en Colombia es un referente que arrastra muchas otras variables, entre ellas, la de la inflación, por la indexación que hay con algunos temas claves, como el de los arriendos, que sube con este incremento.
La funcionaria agregó: “Todos los años se mira cuánto pesan los salarios en el PIB, e históricamente en Colombia a los trabajadores siempre se les ha dejado su salario y en términos del poder adquisitivo han perdido mucho; distinto a lo que nos pasó en el 2022 donde buscamos medidas de protección del valor adquisitivo del salario, por eso trabajamos las UVT porque desatamos muchos bienes y servicios que están articulados al alza del salario mínimo”.
Las cifras de incremento
Para el 12 de diciembre está previsto que sean destapadas las cifras de cada una de las partes de la mesa tripartita. Sin embargo, ya hay algunos vaticinios que se basan en las cuentas que se han conocido hasta ahora: dato de desempleo, productividad, proyección de la inflación y de crecimiento de la economía. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que, habitualmente, los sindicatos le apuestan a un incremento que esté 10 puntos por encima de la inflación proyectada en el año, mientras que los empleadores se van por el extremo opuesto: dos puntos porcentuales por debajo de la inflación.
Por el momento, ya se habla de que el incremento podría ser del 11 %, pero algunos sindicatos han hablado de 18 %. Continúa la expectativa.