Un importante anuncio en torno al tercer carril Bogotá-Girardot ha realizado la firma Conconcreto, que decidió ceder el total de su participación en el megaproyecto, a cargo del consorcio constructor Ruta 40.

Tras una aprobación de su Junta Directiva, la empresa informó que no continuará con los trabajos que tenía a cargo en torno a este importante corredor vial y que será el Grupo Vinci el que garantizaría la culminación exitosa de los trabajos; aclarando que desde el pasado 20 de septiembre de este año estaba estudiando esta decisión, luego de entrar a un acuerdo con el mencionado grupo empresarial para “limitar su exposición a riesgos existentes” en dicho contrato.

Entre los argumentos expuestos y que llevaron a renunciar a las obras que se vienen ejecutando, se encuentran los impactos que ha significado para la empresa el incremento de la inflación, las altas tasas de interés, la devaluación del peso colombiano, que impactan al alza los precios de materiales y servicios de construcción.

“Esta decisión tiene una disminución estimada de COP $ 248 mil millones en el patrimonio de la compañía, pero mitiga posibles pérdidas futuras ante retrasos o cambios adversos en el sector de la construcción”, se lee en el comunicado emitido.

Así mismo, se indica que “su contrapartida se verá reflejada en una disminución de la inversión en la concesión Vía 40, que hoy es del 50 %, quedando con una participación del 15 %. Todo esto está sujeto a que se formalice la transacción”.

Señala además que la contabilización de esta operación se realizará de acuerdo con las normas internacionales de información financiera que rigen a la compañía, impactando los periodos en que se representó el efecto; al tiempo que advierte que “las cifras finales están sujetas a variaciones que no son materiales respecto a la cifra informada”.

“Con esta decisión, Conconcreto garantiza el cumplimiento de sus obligaciones con terceros y se fortalecen la solidez y la liquidez de la compañía”, subraya.

En torno a esta decisión no ha habido un pronunciamiento por parte del consorcio constructor Ruta 40, ni de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), así como tampoco del Ministerio de Transporte; por lo que no se tiene información con respecto a cómo se verán afectados los trabajos que se vienen ejecutando en torno a este importante proyecto vial que mejorará la movilidad y agilizará la conexión de Bogotá con el puerto de Buenaventura, el más importante del Pacífico colombiano.

Este proyecto tiene un valor estimado de 5.2 billones de pesos para la rehabilitación de 145 kilómetros de carretera y la construcción de más de 60 kilómetros de tercer carril, entre otras importantes adecuaciones. A la fecha, el proyecto genera más de 4.500 empleos, cuenta con más de 100 frentes de obra y 800 equipos que trabajan a toda marcha, lo que se traduce en un avance global del 15 %.

De acuerdo con la ANI, la finalización de los trabajos que se llevan a cabo está prevista para el año 2025, donde una vez se entreguen las obras, se prevé que beneficie a más de 17 millones de usuarios que transitan entre Bogotá y Girardot; favoreciendo con esto, no solo el transporte terrestre y de carga, sino el comercio y el turismo entre ambas ciudades colombianas.

Vale la pena señalar que los trabajos en el tercer carril van desde el peaje de Chinauta hasta Sibaté en ambas calzadas, y también comprenden el sector de Boquerón hasta el peaje de Chinauta, en el sentido Girardot-Bogotá, calzada izquierda. Al igual que contemplan la rehabilitación del túnel Guillermo León Valencia, la adecuación de puentes peatonales ubicados sobre el corredor, la construcción de glorietas y la ampliación y construcción de puentes vehiculares.