Desde la mitad del año pasado, el país bordeó una recesión, es decir, dos trimestres seguidos con crecimiento negativo. Aunque, al parecer ese fantasma se alejó, lo cierto es que la dinámica en los últimos trimestres del año pasado y el primero de este, no ha llegado siquiera al 1 %, en cada uno, con sectores postrados, como la industria, el comercio y la construcción, y una inversión que no repunta.
Por eso, en medio de ese panorama, sorprendieron los resultados del Índice de Seguimiento a la Economía (ISE) del Dane, que para abril creció 5,52 % anual, muy por encima del tímido 2 % esperado por el mercado. Ajustada la cifra, por efecto estacional y calendario, el crecimiento fue de 3,95 %.
El dato estuvo jalonado por las actividades primarias –agro, ganadería, minas y petróleo– que crecieron por encima de 10,24 % y 7,35 %, por efecto estacional. Mientras tanto, las secundarias –industria manufacturera y construcción– crecieron 2,85 %, y en la serie desestacionalizada 0,09 %. Y las terciarias –en donde están servicios, comercio y alojamiento, entre otras– tuvieron un aumento de 5,09 % y 4,55 %, por efecto estacional.
Anif, en un análisis, establece que los resultados de la actividad económica para el cuarto mes de 2024 son alentadores. “Desde la reactivación económica en la pospandemia, (octubre de 2021), abril de este año registra el mejor desempeño de la economía colombiana desde entonces”, señala el documento.
La actividad económica entre enero y abril registra una expansión de 1,9 %, comparada con el 1,5 % del mismo periodo de 2023. De hecho, Bancolombia ajustó su perspectiva de crecimiento para este año al pasar de 0,6 % a 1,3 %. “Esto incorpora la sorpresa positiva, frente a nuestro escenario de proyección anterior, de la cifra de crecimiento del PIB del primer trimestre de 2024, junto al recién publicado dato del Indicador de Seguimiento a la Economía de abril”, dice Bancolombia.
Según Anif, el comportamiento de abril se atribuye a las actividades terciarias que en conjunto aportaron 3,6 puntos porcentuales, seguidas de las actividades primarias que contribuyeron en 1,5 puntos porcentuales a la actividad económica. En último lugar, se observan las actividades secundarias, que estuvieron en terreno negativo por 13 meses consecutivos y que revirtieron su tendencia y sumaron 0,4 puntos a la dinámica mensual. Y advierte que tan solo una de las nueve actividades que calcula el ISE tuvo un comportamiento negativo: información y comunicaciones.
Según Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, el crecimiento de abril está influenciado por un efecto calendario: la Semana Santa este año fue en marzo, mientras que el año pasado fue en abril. Destaca para abril de este año el comportamiento del sector público y servicios sociales, que tuvo un crecimiento del 12,7 % anual en este mes. Aunque resalta el crecimiento de las actividades primarias, con un 7,3 % anual, la cifra más alta en 23 meses, Mejía advierte que persiste la contracción de tres sectores claves para la economía, que explican casi una tercera parte de la actividad productiva, como la industria, la construcción y el comercio.
El exministro y rector de la Universidad EIA, José Manuel Restrepo, reconoció que el ISE de abril, con su dato desestacionalizado de casi el 4 % “es muy bueno”. También destacó los resultados del sector primario y el de los servicios. La mala noticia para él, está por el lado de la industria. Pero considera que el punto de fondo es si es sostenible en los siguientes meses. Recordó que el resultado del ISE de abril de 2023 fue el peor del año, y la base de comparación ayuda al registro de 2024.
Para el también exministro Juan Carlos Echeverry, el buen resultado del ISE de abril “no se ve sostenible” y cita un análisis de la firma EConcept, que muestra la demanda de energía no regulada, de las empresas cayendo en mayo y lo corrido de junio, y advierte que el ISE se mueve muy de cerca con ese indicador.
Por ahora, como menciona Restrepo, es el momento de “aprovechar el buen viento de ánimo”, que, acompañado de un plan de reactivación, podría ayudar a recuperar la senda de crecimiento y a animar a la inversión privada.