El 2022 entró en la recta final y desde ya diversos analistas y autoridades económicas en todo el mundo empiezan a hacer sus proyecciones sobre el balance con el que cerrará este año y lo que vendrá para el siguiente.
Dichos expertos, realizan sus ‘vaticinios’ basados en la realidad económica que atraviesan muchos países potencia por culpa de la inflación, la volatilidad del dólar, la inestabilidad de los mercados, el covid-19 en China y la guerra en Ucrania, entre otros factores.
Para el caso de Colombia, la atención está centrada sobre lo que pase finalmente con el costo de vida, que actualmente se encuentra en 12,22 % en su acumulado anual, un nivel que no se veía desde 1999 y que está apretando con fuerza el bolsillo de los colombianos. También frente a las decisiones que tome el Banco de la República para diciembre, sobre si aumenta o no las tasas de interés.
Para entender lo que pasa, basta con entender que los efectos de la inflación han llegado hasta tal punto en 10 meses, que no solo se tragó desde julio el aumento del salario mínimo decretado el año pasado, sino que el país podría tener en este 2022 el incremento más alto de los últimos 20 años; algo que sin duda afectará también a las empresas y pondrá en riesgo el crecimiento económico y la generación de empleo.
En medio de este panorama, desalentador para algunos, la gente empieza a preguntarse cuándo bajará el costo de vida o si hay que empezar a prepararse para una nueva realidad con los precios por las nubes. Si bien en países como Estados Unidos ya empezó a ceder este ítem, ni siquiera este gigante norteamericano se salva de las proyecciones de desaceleración económica que se vienen para 2023.
Pese a todo esto, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, se mostró optimista frente a lo que se viene a futuro y sostuvo que está convencido de que la inflación ya tocó su pico en octubre y que a partir de ahora se estabilizará y empezará a bajar, tal y como ha venido sucediendo en otras partes. Ante esto indicó que será fundamental para definir el futuro de las tasas de interés en diciembre.
“Yo creo que la decisión del Banco de la República en diciembre, que es la próxima, va a depender de dos factores: el primero es la inflación de Colombia en noviembre, yo tengo la firme expectativa de que la inflación en noviembre va a ser menor y eso va a ser un elemento positivo. Además, como parte una tendencia internacional, de eso ya hay varias publicaciones diciendo que la inflación mundial va a comenzar a bajar, eso es muy positivo”, dijo Ocampo.
El Ministro de Hacienda fue enfático en resaltar que cree que “la inflación ya llegó a su pico en octubre y que internacionalmente hay muchas señales de que ya está bajando”, lo que, según él, será fundamental en lo que pueda pasar a final de año, cuando se reúna la junta directiva del Emisor, con miras a analizar si se aumenta, se mantienen o bajan las tasas de interés.
“El segundo factor, que está muy asociado a lo último, es cuál será la decisión de la Reserva Federal, o sea, el Banco Central de Estados Unidos. Si la Reserva Federal hace un aumento muy pequeño o si, incluso la inflación baja lo suficiente en el mes de noviembre en Estados Unidos, como lo hizo en octubre, podría no aumentar tasas y eso sería otra información muy relevante que tendremos en cuenta”, agregó.
Sin duda alguna, el 2023 será un año de ‘vacas flacas’ según las proyecciones de analistas y expertos, quienes señalan que los próximos meses marcarán la transición hacia la senda de crecimiento, pero primero se debe vivir la desaceleración en los diferentes sectores productivos, afectando la generación de empleo, la capacidad crediticia y el flujo de caja, tanto para las empresas, como para los hogares.
Prueba de esto se aprecia en el reciente informe de Investigaciones de Bancolombia, según el cual el crecimiento de la economía colombiana se desaceleraría de 7,8 % en 2022 a 0,9 % en 2023. Este pronóstico está muy cercano a los entregados por el mismo Banco de la República, que aseguran que el país no crecerá más de 1 %, en medio de la lucha por frenar el costo de vida.
Así mismo agregan que el Producto Interno Bruto se expandiría por debajo del 1 %, anticipando desde ya que la demanda agregada se enfriará como consecuencia de las altas tasas de interés y las condiciones financieras apretadas, la desaceleración global y la incertidumbre. Según su análisis, entre los sectores con mejores desempeños el año entrante se encuentran los servicios públicos, la agricultura y los servicios profesionales y financieros.