Los colombianos sienten que cada vez la plata les alcanza menos. Y tienen razón. La inflación no ha dado tregua. SEMANA habló con Leonardo Villar, el gerente del Banco de la República. El hombre a la cabeza de la política monetaria del país da buenas noticias.
Villar comienza por explicar que “ha habido una serie larga y compleja de choques de oferta y de precios internacionales, que explica el primer impulso de la inflación. Esto se da, además, en un contexto de una demanda que crece a ritmos inesperadamente altos y que se constituye en un caldo de cultivo para que la inflación se generalice. Por eso, se vuelve tan importante una política monetaria que deje de ser expansiva y se torne eventualmente contractiva”, asegura.
El gerente del banco cuenta que cuando los ajustes en los precios internacionales se presentan en un ambiente de alto crecimiento de la demanda interna, se corre el riesgo de que los precios internos empiecen a ajustarse de manera generalizada, tal como lo hemos visto recientemente en Colombia.
“Hoy, por ejemplo, más de un 85 % de los ítems de la canasta familiar aumentan por encima de la meta, y eso demuestra que no se trata de un problema de unos pocos precios importados o de unos pocos productos agrícolas que suben muy rápido. Es algo que amerita una política que restrinja el crecimiento de la demanda”, dijo.
Sin embargo, el gerente da buenas noticias en materia del futuro cercano. Ante la pregunta de cuándo cree que se esté llegando a un techo, asegura: “la expectativa es que estemos cerca del techo, si no lo hemos alcanzado ya. Pero es muy difícil predecirlo y hay que hacer un seguimiento cercano a lo que pase con los distintos precios. Se espera que en el segundo semestre la inflación empiece a reducirse y que la convergencia hacia la meta se vea de manera mucho más clara el año entrante. Desafortunadamente, el proceso de retorno a inflaciones bajas va a tomar un tiempo mayor al deseable”.
Frente a los precios de los alimentos, gasolina, energía, dice que “esos elementos refuerzan la necesidad de ser muy cautos para impedir excesos de demanda que faciliten procesos de transmisión de los choques externos y del eventual impacto de la tasa de cambio sobre los precios. Son los elementos que refuerzan una política monetaria como la que hemos venido instrumentando y de ajustes importantes en la tasa de interés. Son medidas impopulares, pero necesarias para que la economía se mantenga con ritmos de inflación que permitan un mayor crecimiento en el mediano plazo”.
Villar también contesta a una pregunta difícil. Sí ve amenazada la independencia del Banco de la República ante el triunfo de Petro: “En absoluto. He repetido varias veces que yo le he oído al hoy presidente electo, incluso cuando era candidato, que respetaría la independencia del banco. He oído eso ratificado de manera clara, no solamente por él, sino por su nuevo ministro de Hacienda, con quien tengo una relación excelente desde hace más de 40 años. Entonces, realmente, desde ese punto de vista, no tengo ninguna preocupación”, concluyó.
En otro tema espinoso, la reforma tributaria, Villar también lanzó una opinión con esperanza. “Esa discusión va a ser muy importante para generar confianza en la senda futura de ajuste fiscal. Es claro que tenemos unos niveles de deuda muy superiores a lo tradicional en Colombia, que el nivel de déficit supera lo que habíamos visto hasta 2019, y que, por lo tanto, los esfuerzos de ajuste fiscal van a ser fundamentales. En la medida en que se logre credibilidad en ese proceso de ajuste fiscal, va a mejorar la capacidad del gobierno y de la economía como un todo de financiarse adecuadamente, avanzando en un proceso de desinflación tranquilo y sostenible”.