El aumento del precio de la gasolina en Colombia ha generado preocupación entre la ciudadanía y diversos sectores económicos. Según información del Ministerio de Minas y Energía, desde el pasado 3 de mayo se registró un incremento de $600 por galón de gasolina en todo el territorio nacional. Este aumento en los precios ha afectado a cerca de 17 millones de vehículos, lo que ha generado alertas sobre el impacto en el costo de vida de los colombianos.
La política del Gobierno Nacional de disminuir el valor del subsidio a los combustibles desde octubre de 2022, con el fin de reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, ha llevado a que el precio de la gasolina haya aumentado en un 67,5 % en un año y medio, según un informe de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) y cálculos de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos).
Oliverio García, presidente de Andemos, manifestó que el aumento en el precio de la gasolina afecta a muchas actividades de la economía, en especial a los ciudadanos que deben movilizarse diariamente y al transporte de mercancías y alimentos. Tanto las motos como los vehículos son una parte fundamental del ingreso de las personas, por lo que el aumento de los precios de la gasolina incrementa el costo de vida. Además, el uso del transporte individual es muy frecuente en Colombia, teniendo en cuenta las limitaciones del transporte público.
“El aumento en el precio de la gasolina afecta muchas actividades de la economía, en especial a los ciudadanos que deben movilizarse diariamente y al transporte de mercancías y alimentos. Tanto las motos, como los vehículos son parte fundamental del ingreso de las personas, por lo que el aumento de los precios de la gasolina incrementa el costo de vida. Igualmente, hay que tener en cuenta que en Colombia el uso del transporte individual es muy frecuente teniendo en cuenta las limitaciones del transporte público.” manifestó Oliverio García, presidente de Andemos.
Según los cálculos de Andemos, aproximadamente 11,3 millones de personas que utilizan motocicletas serán quienes más sufrirán el incremento de los precios de la gasolina. Por esta razón, se deben buscar medidas que impulsen la electrificación de este modo de transporte, que se ha convertido en el parque más numeroso en las calles colombianas.
Una de las estrategias para masificar las tecnologías eléctricas e híbridas es lograr una paridad relativa en los precios entre los vehículos de combustión y los eléctricos. Para ello, es necesario trabajar en el mejoramiento de los estándares de emisión de los vehículos de combustión, que actualmente en Colombia se encuentran en Euro 2 y a partir de agosto Euro 4.
El líder gremial de Andemos comentó que otra de las estrategias que se deben tener en cuenta para ampliar la participación en el mercado de las tecnologías de cero y bajas emisiones es mantener los incentivos a todas las tecnologías con el objetivo de lograr una transición energética responsable que se ajuste a los ingresos de los colombianos y aporte a la disminución de emisiones.
Cabe destacar que el incremento de los precios de la gasolina no solo afecta a los propietarios de vehículos, sino también a otros sectores económicos como el transporte de mercancías y alimentos, lo que puede generar un impacto en el precio final de los productos para los consumidores.
Por esta razón, resaltaron que es necesario impulsar el uso de tecnologías más eficientes en consumos de combustibles fósiles, como los vehículos eléctricos, dedicados a gas o de baja dependencia como los que utilizan biocombustibles y los vehículos híbridos eléctricos de bajo consumo de gasolina.
“El uso de estas tecnologías no solo permitiría una disminución en el consumo de gasolina y, por lo tanto, en el gasto de los usuarios, sino que también contribuiría a la reducción de las emisiones de gases contaminantes al medio ambiente, lo que se traduciría en una mejora en la calidad del aire y en la salud de la población en general”, agregaron.
Además, señalaron que la incorporación de tecnologías más eficientes en el transporte también tendría un impacto positivo en la economía del país, ya que se podría reducir la dependencia de los combustibles fósiles importados y se podría fomentar el desarrollo de una industria nacional de vehículos eléctricos y otros tipos de tecnologías de baja emisión.