“Soy productor de cacao en una vereda de Puerto Valdivia (Antioquia). Inicié con este producto en 2009, en un programa voluntario de sustitución de cultivos ilícitos. Llevamos más de 14 años transformando las realidades de nuestro territorio, pero también transformando vidas”.
Así se dirigió Elmer Zapata, un cultivador de cacao en la región, líder de Asocaval (gremio de pequeños productores en Puerto Valdivia) al auditorio en el que se presentó el compromiso que adquirió el Grupo Empresarial Nutresa, de apoyar el Plan Misiones Territoriales para la sustitución de economías ilícitas por lícitas, que adelanta el Gobierno nacional.
Las inversiones de la multilatina de alimentos ascenderán a 1,5 billones de pesos, de manera que existirán recursos para compra de cacao a precio de mercado durante 10 años, a razón de 150.000 millones de pesos al año, que se irrigarán en la economía colombiana.
Por ello, el cultivador, que en el pasado se dedicó a la siembra de cultivos ilícitos, se mostró esperanzado en el potencial que tiene ese producto, del cual, ya puede mostrar cifras atractivas para que la sustitución sea viable.
“Producimos y comercializamos cacao en grano, con certificaciones de comercio justo. Hemos venido trabajando con la Nacional de Chocolates (una de las empresas de Nutresa), prácticamente desde que iniciamos nuestro ejercicio comercial”, dijo en su intervención.
De esa manera, resaltó la importancia de la asociatividad para poder negociar el producto con la gran industria, lo que asegura una comercialización directa, sin intermediarios, que es uno de los problemas que enfrenta la mayoría de cultivadores que salen individualmente a ofrecer el fruto de su siembra.
Zapata se refirió a la manera en la que han logrado mejorar todos los procesos relacionados con el cacao, “no solo de calidad, sino de productividad, para ser más competitivos”, sostuvo el cultivador.
Empresa, gobierno y ciudadanos
La oportunidad fue una de las herramientas que resaltó Zapata, quien destacó la alianza entre la empresa privada, el gobierno y los productores del campo.
Aseguró que “gracias al cacao hemos podido salir a mostrar lo bonito de nuestra región: Puerto Valdivia”. Al respecto, hay que recordar que esta zona ha sido escenario de fuertes enfrentamientos entre grupos ilegales.
De igual manera, agregó el cultivador de cacao, que en el nuevo camino tomado han tenido la oportunidad de viajar y conocer el mundo. “Hace poco estuvimos en Ámsterdam (Holanda). Ese es un privilegio para nosotros”, manifestó.
El asunto no es solo recuperar la economía del campo de la ilegalidad, sino también revivir esas tierras que habían sido degradadas por la siembra de cultivos ilícitos. “El cacao es la esperanza”.