Reducir los aranceles a los hilados en Colombia acabaría con la producción de algodón de cerca de 600 cultivadores del ‘oro blanco’, así lo estiman los líderes del producto en Tolima, Huila, Cundinamarca y el Valle.
Jairo Palma, agricultor del Tolima y líder gremial de empresas que reúnen a 19 algodoneros del norte del Tolima, aseguró a SEMANA que, “con el tratado de libre comercio entre Colombia y Estados Unidos desde 2003, el país puede importar algodón de EE. UU. con el 0 % de aranceles; pero si empresarios textileros quieren importar productos ya elaborados como los hilos y las telas para realizar confecciones de otros países, sí tienen que pagar unos aranceles para proteger la producción nacional y proteger el productor colombiano”.
“Ese mercado lo han querido bajar los que producen telas, que no traen del país norteamericano sino de Asia, con unos aranceles del 10 %. Si no lo bajan, pues obviamente perdería la competitividad del sector, sin embargo reducir los aranceles a los hilados acabaría con la expansión del cultivo del algodón, porque afectaría a las hilanderías que quedan en el país, únicas compradoras de esta fibra que le está inyectando recursos a la economía regional”.
La mayor producción de algodón se concentra mayoritariamente en la región caribe y en la región centro del país. Colombia lleva 70 años de tradición en la producción y distribución de algodón. En los años 60 hubo un auge de la producción de algodón, de acuerdo con los cultivadores. En esa época, la producción comenzó a ser de 600 kilos por hectárea por cosecha, siendo el segundo productor para aportar divisas después del café.
La Confederación Colombiana de Algodón, Conalgodón, dice que el país, por cosecha, produce 1.000 kilos de fibra de algodón por hectárea, en comparación con la producción de Estados Unidos, que es unos de los grandes competidores, es de menos de 900 kilos por hectárea. La cosecha se da una vez al año, por asuntos sanitarios de ataque de plagas.
Conalgodón proyecta que con las dos cosechas se van a facturar $400.000 millones en el periodo 2022-2023, 37 % más que entre 2020 y 2021. Estos recursos entran a mover la economía de las regiones, al generar empleo directo e indirecto, y dinamizar empresas de bienes y servicios, como las de insumos, transporte, alimentación, suministro de combustible y recolección, entre otros.
Plan 2025 a los cultivos de algodón
El florecimiento de los cultivos de algodón, que hace parte de la estrategia 2025, puesta en marcha por la Confederación Colombiana de Algodón, Conalgodón, para incrementar la producción de algodón de 15.000 a 45.000 toneladas entre 2022 y 2025, ya empezó a dinamizar las economías regionales.
Los primeros departamentos en vincularse a las proyecciones de Conalgodón son Tolima, Huila, Cundinamarca y el Valle, en los que se recoge la cosecha entre agosto y en septiembre y, luego el turno será para la costa y los llanos orientales, que actualmente están sembrando y recogerán la cosecha a partir de marzo.
Por su parte, Daniel Pérez, gerente de Remolinos, empresa que reúne 23 algodoneros del centro del Tolima, indicó que tener garantizada la compra del algodón por parte de las hilanderías existentes en el país es clave para que se puedan alcanzar las metas de producción, ya que los volúmenes actuales no permiten acudir al mercado externo.
“Es importante fortalecer a las empresas que cultivan algodón para que tengan capital, puedan invertir y comprar maquinaria. Si las hilanderías quiebran, se acaba con el cultivo del algodón, porque no habría a quién venderle algodón en Colombia y nuestra producción aún es baja para acceder fluidamente a los mercados internacionales”; afirmó Pardo.
“Por eso, pensar en bajar los aranceles a la importación de hilados sería la nueva plaga para el resurgimiento del algodón”, señaló César Pardo, presidente de Conalgodón. Actualmente las hilanderías requieren 50.000 toneladas de algodón para trabajar, cifra que los cultivadores nacionales podrían estar proporcionando en 2025. Y, si el dinamismo continúa, estarían trabajando para atender la demanda de 90.000 toneladas que generarán las fábricas en los próximos años.