A pesar de la incertidumbre, la posible recesión económica y la inflación constante en el país, los colombianos han aumentado el nivel de consumo por hogar. Esto puede obedecer a distintas situaciones del mercado, como la disminución de los niveles de desempleo en ciudades y el ingreso adicional de más de 5.000 millones de dólares en remesas proyectadas para final del año.
De acuerdo con el último informe sobre desempleo publicado por el Dane, para el mes de mayo la tasa de desempleo fue 10,6%, la tasa global de participación de 63,8% y la tasa de ocupación de 57,0%. En el mismo mes del año anterior, estas tasas fueron de 15,2%, 61,4% y 52,1%, respectivamente, una reducción significativa en el número de desempleados. Esto es importante porque, en la medida en que un hogar cuenta con ingresos fijos, su nivel de gasto aumenta.
En cuanto al ingreso de remesas, especialmente en dólares, se debe tener en cuenta el incremento de la migración colombiana a países como Estados Unidos, España y Canadá en los últimos años. Según las estadísticas publicadas por las Naciones Unidas, el número de connacionales que emigran al exterior se elevó de 2,5 millones en 2010 a 3,02 millones en 2020, y en 2021 su flujo habría sido de 279.831.
Además, si se miran los datos desagregados, se puede ver que el destino de los migrantes colombianos en los últimos años corresponde en mayor proporción a Estados Unidos (27%), España (14,9%), Chile (5,7%) y nuevos destinos como Australia y Canadá.
Las remesas que envían estos colombianos a sus familias pueden constituir una parte importante del dinero disponible para consumo del hogar, entre otras cosas, porque las tasas de cambio han hecho que sea atractivo enviar dólares a Colombia.
A pesar de esto, el panorama para la recepción de remesas para los próximos años puede ser diferente. Aunque la migración aumente y los ingresos de los colombianos en el exterior permanezcan estables, la inflación en Estados Unidos y Europa podría disminuir la cantidad de dinero disponible para remesas, al igual que la tasa de cambio frente al dólar tenderá a la baja para 2023, dice la presentación de las proyecciones financieras de 2022 del BBVA Research en Colombia.
Adicionalmente, el nivel de endeudamiento que alcanzan los colombianos es destacable. Por ejemplo, el acceso a tarjetas de crédito, préstamos de consumo e hipotecarios creció en junio de 2022 al 33,5%, frente al mismo mes del año pasado.
También, el valor de las transacciones con tarjetas de crédito creció 43,8% frente a junio de 2021, según el informe de consumo de Raddar. “El crédito de consumo se aceleró desde 2021, pero las mayores tasas de interés deberían desacelerar su crecimiento”, dice la presentación de las proyecciones financieras de 2022 del BBVA Research en Colombia.
Con mayores ingresos en dólares, empleos estables en las ciudades capitales y mejores oportunidades de crédito, hay una cosa que preocupa a los expertos: el ahorro de los hogares y el Estado colombiano ha disminuido considerablemente.
¿Se están gastando los ahorros para el crecimiento económico? Después de la contingencia generada por la covid-19, es cierto que muchos colombianos gastaron sus ahorros en coberturas médicas, educación y consumos de hogar, entre otras cosas.
Sin embargo, después del inicio de la recuperación económica y el regreso de ingresos estables para muchos de ellos, la inflación ha consumido una porción importante de los ingresos que estaban destinados al ahorro.
Esta situación, de acuerdo con el BBVA Research, tendería a mejorar en 2023 con los aumentos de las tasas de interés y una mayor inflación, pues la limitación casi forzada del consumo incentiva el ahorro. “Si estamos gastando mucho, claramente disminuimos el ahorro”, dice Mauricio Hernández, economista de BBVA.
Y es que el ahorro en marzo de 2020 era el 17% del PIB, mientras que en diciembre del 2021 era el 13,5% y actualmente se ha recuperado al 14,5% del PIB, lo que implica grandes retos en esta materia.
“Finalmente la desaceleración económica podrá ser saludable porque permitirá recuperar el ahorro de la economía“, dice Hernández, refiriéndose a que será la misma inflación con las subidas de tasas de interés lo que terminará regulando el consumo excesivo de los colombianos, permitiendo mejoras en el ahorro y la estabilización constante de la economía colombiana.