El cobre es el futuro de la minería en Colombia, pues el metal es cada vez más apetecido por los mercados internacionales y se ha descubierto un potencial importante de esta materia prima.
Sin embargo, y a pesar de que ya hay un interés latente de firmas e inversionistas por empezar a montar una industria minera alrededor del cobre en Colombia, las demoras en los licenciamientos y normatividad tienen en vilo el desarrollo, exploración y explotación del cobre en el país.
De acuerdo con el presidente de la Asociación Colombiana de Minería, Juan Camilo Nariño, hay recursos de inversión por más de $5 billones que no han podido ser ejecutados debido a las demoras burocráticas.
“No sé las razones de las demoras en los licenciamientos ambientales para el tema del cobre, pero están tardando mucho. Fácilmente hay recursos por US$1.600 millones en 2022 que están a la espera de avanzar en sus permisos ambientales”, dijo Nariño.
La falta de estabilidad jurídica y normativa puede generar un efecto negativo en los inversionistas, quienes esperan que las reglas de juego sean claras desde el principio y estables en el tiempo.
“El sector privado lo único que demanda es que los licenciamientos se hagan con rigor, capacidad técnica, pero en los tiempos adecuados. Hay que buscar que el sector privado tenga certeza que entra un proceso de licenciamiento el cual toma unos tiempos y se otorga o se niega en un determinado tiempo”, dijo el líder gremial.
Cuando un inversionista extranjero, sobre todo en el sector minero, llega al país, hace un plan de trabajo y una planeación a largo plazo, por lo que necesita cierta estabilidad jurídica que le garantice su operación y desempeño con normalidad. Al respecto, Nariño advirtió que las demoras en los licenciamientos son una realidad que han impedido que la minería de cobre en Colombia estalle y se aprovechen los buenos momentos de la materia prima.
“Las inversiones necesitan una cierta certeza. Por ejemplo, hay procesos de sustracción para fomentar la exploración (de cobre) en el país que llevan cinco años en estudio. Eso no puede suceder, no solo en la industria minera sino en ninguna industria. El sector privado lo que demanda no es flexibilidad, no es las licencias exprés como muchos creen, es certeza de que las cosas se hacen de cierta forma y se entregan en un tiempo determinado, no la dilación porque eso hace un enorme daño a la seguridad de las inversiones”, dijo el presidente de la ACM.
De acuerdo con Nariño, las inversiones en la minería de cobre se llevarían a cabo en distintas regiones como Antioquia, Chocó y Córdoba.
Otro ejemplo de las demoras en los procesos ambientales es el de Quebradona, el cual lleva alrededor de 22 meses en el proceso de licenciamiento.
“Las demoras abarcan Quebradona y hay a la espera también las inversiones de otras dos compañías en exploración de cobre. Los recursos que están a la espera son la tercera parte de la reforma tributaria, eso es muy importante”, dijo.
Incertidumbre por elecciones
La campaña electoral siempre genera incertidumbre en la economía de un país, pero en el sector minero la situación es aún peor, pues hay candidatos y sectores políticos que están en contra de las industrias extractivas.
Al respecto, Nariño dijo que la continuidad de una minería responsable y profesional debe ser una de las preocupaciones de todo el país.
“Seguir con la minería no es una preocupación de solo un sector sino que deben ser las preocupaciones de todos los colombianos. La transición energética debe hacerse sin demagogia, pero en los tiempos y ritmos adecuados”, dijo.
Añadió que la discusión sobre el futuro de la minería debe ser técnica y no política, pues se podrían tomar decisiones que afecten de manera negativa la sostenibilidad social y económica de una región determinada.
“No podemos comprometer la estabilidad económica, social y ambiental de regiones como el Cesar y La Guajira. Las discusiones que a veces se ven no llevan a nada distinto a generar desbalances en las economías producidas por transiciones que no se están llevando bien”, explicó.
Sobre el papel del nuevo Gobierno en el futuro minero del país, Nariño dijo que lo importante es que se logre que las autoridades ambientales hagan su labor con base en rigores técnicos.
“Quien llegue a la presidencia debe hacer que las instituciones ambientales y las mineras sean técnicas y que esas decisiones (como las licencias) se tomen realmente con rigor técnico, porque es ahí donde nos van a dar garantías a todos los colombianos de que eso se está tomando bien”, concluyó.