En el camino de la transición energética y las energías renovables no convencionales, el hidrógeno es una gran apuesta de Colombia por las condiciones del país y el desarrollo de su sector eléctrico.
Así lo aseguró este miércoles en Núremberg Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB), en un conversatorio que sostuvo con Peter Wasserscheid, director del Centro de Hidrógeno de Baviera, en Alemania, en desarrollo del ‘Diálogo del hidrógeno 2022′.
“El hidrógeno es una gran oportunidad para un país como Colombia, que ha logrado consolidar su sector eléctrico y que puede volver la matriz energética 90 % renovable”, dijo Ortega ante los presentes en el panel ‘Colombia: polo de producción y exportación de hidrógeno’, que se desarrolló dentro del evento, que culminará el viernes.
El reto está, precisó Ortega, en conseguir financiación para grandes proyectos de hidrógeno, pues es una realidad que hay dificultades para conseguir capital para las inversiones. En este sentido, apuntó que “debido a la actual tasa de cambio, nuevos proyectos de hidrógeno en el país no serían viables antes de 2025. Sin embargo, hacia 2027 se pudieran consolidar, si se logran mecanismos para minimizar el riesgo asociado a la tasa de cambio y los intereses para los inversionistas”.
Durante la conversación ante empresarios, autoridades y representantes de la industria que lideran el mercado energético en Alemania, el presidente del GEB resaltó que el enfoque del actual Gobierno colombiano sobre la protección de la Selva Amazónica y el impulso a las energías renovables convierte al país en un aliado para el mundo y abre una oportunidad para impulsar una transición energética justa, sostenible, gradual y ordenada, que permita un mayor acceso a la energía y por ende a posibilidades de desarrollo.
“Colombia es tal vez el país más estable de la región, lo que lo hace un buen destino para invertir en proyectos de energías renovables. Tenemos una posición privilegiada en el trópico, gozamos de sol y viento todo el tiempo, lo que hace posible que se pueda convertir en un hub de energía”, destacó Juan Ricardo Ortega.
En ese aspecto, destacó que el país tiene la infraestructura y una exitosa masificación del gas natural que puede servir como medio para el transporte del hidrógeno, siendo La Guajira un gran potencial para su generación. Así, resaltó, Colombia está llamada a ser una jugadora en el mercado internacional y un gran aliado para Alemania.
“En La Guajira se están desarrollando proyectos de energía renovable, que es de donde vendría el hidrógeno, gracias a que el sol y el viento son factores que contribuyen a que haya un gran potencial de generación de renovables”, precisó Ortega ante Wasserscheid, quien al término de la conversación dijo que “ojalá pronto en Alemania podamos contar con hidrógeno colombiano”.
La transición energética justa es larga
Recientemente, en el Congreso de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), que se celebra en Cartagena, el presidente del GEB, Juan Ricardo Ortega, aseguró que la transición energética justa es larga, pero en Colombia tenemos buenas oportunidades.
De acuerdo con el ejecutivo, “la transición energética genera incertidumbres y grandes retos. No sabemos qué va a pasar, pero si nos fijamos en el horizonte, Colombia está ad portas de tener una de sus mejores oportunidades para el sector. Este es un momento crucial; no vamos a enfrentar décadas como esta en mucho tiempo”.
Ortega, en su presentación ‘Sector energético, desarrollo y bienestar’, habló que la apuesta del GEB en energías limpias y transición energética está enmarcada en el propósito superior de la compañía, ‘Mejorar vidas con energía sostenible y competitiva’, y que, además, se alinea con las políticas del Gobierno nacional en materia de transición justa y energías renovables no convencionales.
“La adversidad geopolítica entre Estados Unidos y China es un hecho preponderante para lo que va a pasar en los próximos 30 años en el mundo. Ante esa adversidad, las grandes empresas de Estados Unidos que quieren invertir están mirando cómo hacerlo en regiones competitivas y ahí es donde esta costa colombiana deberá jugar un papel fundamental y ser uno de los polos más atractivos para esa inversión durante las próximas dos décadas”, subrayó Ortega.
Esa proyección, conjugada con los proyectos energéticos y de servicios públicos que se impulsan en el país para llevar desarrollo y progreso a las comunidades, será la plataforma estratégica para que las empresas extranjeras encuentren conocimiento, competitividad y capacidad institucional en un mercado llamado a ser polo de abastecimiento para la industria estadounidense, la economía más grande del mundo.
“Tengo la convicción –apuntó Ortega– de que podemos ser los perfectos socios para hacerlo, pero eso solo se logra si trabajamos en equipo y entendemos cómo funciona una agenda de transición energética para un país como Colombia y en un contexto de incertidumbre como el actual”, en el que, desde 1978, solo se ha crecido 70 por ciento en capacidad de acceso a la energía, mientras que países como China, por ejemplo, lo han hecho 400 % desde inicios de 2000 a la fecha”.