En medio de la tensión que hay en Estados Unidos por la desaceleración de su economía, bastante golpeada por los precios de la inflación y la volatilidad de los precios del petróleo, este viernes –8 de julio– se conoció una noticia que devuelve un poco las esperanzas a los expertos, tras lograr una buena reducción del desempleo en este país.
Una de las principales potencias económicas del mundo, que por estos días está en jaque, sumó muchos más empleos de lo esperado en junio y los salarios subieron, según datos oficiales divulgados por la Casa Blanca. Esta es sin duda una buena noticia para el mercado laboral que, por otro lado, alimenta los temores de más inflación.
Según el Departamento del Trabajo, Estados Unidos generó 372.000 nuevos puestos en el mes, muchos más de los 250.000 esperados por los analistas. Así mismo, el salario promedio por hora aumentó 10 centavos, o 0,3 %, a 32,08 dólares, y 5,1 % en los últimos 12 meses, según el informe.
No obstante, estas cifras tienen un lado negativo, ya que los datos ofrecen poco consuelo a la Reserva Federal (Fed, Banco Central), que ha declarado la guerra a una inflación que se ubica en su mayor nivel en 40 años, con 8,6 % acumulado en 12 meses. El Banco Central ha aplicado importantes aumentos en las tasas de interés para tratar de enfriar la demanda.
El presidente Joe Biden celebró esta noticia y sostuvo que “se trata de la recuperación más rápida y fuerte de puestos de trabajo en la historia de Estados Unidos”, destacando la resiliencia de sus empresas para mantenerse a flote en medio de la crisis.
Ahora bien, pese a la buena noticia de la reducción del desempleo en este país, autoridades y expertos siguen en alerta, puesto que con las empresas teniendo dificultades para llenar puestos de trabajo y muchos trabajadores al margen del mercado, los salarios tuvieron que subir, lo que presiona los precios al alza.
Un fuerte desequilibrio
Para entender lo que pasa en Estados Unidos hay que tener en cuenta dos cosas: la primera es que esta economía ganó 2,74 millones de empleos en la primera mitad del año, más que la mayoría de los años completos desde 2000.
Lo segundo es que la tasa de desempleo se mantiene estable en 3,6 % y cerca de su históricamente bajo 3,5 % de febrero de 2020, antes del estallido de la pandemia. Así las cosas, no se debe bajar la guardia, pues si bien hay más personas empleadas, el aumento del costo de vida se está llevando gran parte de lo que ganan hoy en día.
El presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic, dijo que un mercado laboral sólido es una buena cosa, al tiempo que destacó que apoya “completamente” otro aumento en las tasas de interés de referencia este mes, de 0,75 puntos porcentuales, como el decidido en junio.
No obstante, “estamos empezando a ver algunas señales de desaceleración (económica), que es lo que necesitamos porque lo que tenemos ahora es un gran desequilibrio entre oferta y demanda que está empujando la inflación”, declaró Bostic a CNBC.
Sin temor a la recesión
La preocupación de que la economía de Estados Unidos sufra una recesión tras el fuerte aumento de las tasas de interés es “exagerada”, afirmó ayer jueves un funcionario de la Reserva Federal (Fed).
La economía más grande del mundo todavía tiene un mercado laboral “espectacular” y hay señales de que las presiones sobre los precios comienzan a remitir, dijo el gobernador Christopher Waller.
En junio, el Banco Central llevó a cabo el mayor aumento de la tasa de interés en casi 30 años e indicó que podría seguir subiéndola para controlar la inflación. Esto disparó los pronósticos de que la economía estadounidense se derrumbaría.
“Personalmente creo que algunos de los temores a una recesión son un poco exagerados”, opinó Waller durante una charla con la Asociación Nacional de Economía Empresarial (Nabe).
Estados Unidos se enfrenta a la mayor subida de precios en más de 40 años, sobre todo en los alimentos, el combustible y la vivienda, situación que ha empeorado por la guerra en Ucrania.
*Con información de la AFP.