Con 7 artículos, desde los 4 que originalmente tenía el proyecto de ley de Adición presupuestal, llega la ponencia al Congreso de la República, donde tendrá su segundo y último debate en plenarias de Senado y Cámara, para que los 16,9 billones de pesos que se le sumarán al Presupuesto General de la Nación, que es de 405,2 billones de pesos, se puedan utilizar en el segundo semestre de 2023.
La parlamentaria Olga Lucía Velásquez habló con SEMANA, sobre los cambios que le han introducido al texto en las reuniones previas a la radicación de la nueva ponencia.
Uno de los puntos que destaca la congresista es que las peticiones de recursos, por parte de las entidades que hacen parte del Presupuesto General, abundaron. De hecho, señaló que pusieron el sombrero, solicitando recursos por 78 billones de pesos, “casi tres reformas tributarias”, y eso que la adición presupuestal solo cuenta con 16,9 billones de pesos, producto de un mayor rendimiento de los impuestos y otros rubros que no se tenían a la vista cuando se aprobó el presupuesto de Colombia para este año.
1 billón para sistemas de transporte
Como uno de los artículos nuevos, fue incluido un apoyo a los Sistemas de Transporte Público Masivo. De esa manera, “la Nación destinará recursos del presupuesto nacional para la financiación de los déficits operacionales en un monto no inferior a un billón de pesos, destinado a cubrir el déficit de los sistemas integrados de transporte masivo y los Sistemas Estratégicos de Transporte Público del país el cual será distribuido en partes proporcionales dependiendo del número de primeras validaciones realizadas en 2019, que serán certificadas por los entes gestores y verificado por el Ministerio de Transporte”.
De acuerdo con el texto de la ponencia, “los recursos serán girados por el Ministerio de Hacienda al ente gestor de cada sistema de transporte masivo con cargo al Presupuesto General de la Nación. En el entendido que el déficit de los SITM está afectando a la operación de estos, la Nación realizará las gestiones correspondientes para incorporar en el PAC de esta, el giro de los recursos en un plazo de 2 meses posterior a la sanción de la presente ley”.
¿Qué cambió?
Según lo expresado por la representante a la Cámara, la redistribución de los recursos incluidos en la Adición presupuestal, los cuales, inicialmente ascendían a 25 billones de pesos, se hizo con base en esa reducción de la cifra, ahora a 16,9 billones, debido a que el recaudo no fue tan abundante como se esperaba.
Velásquez confirmó que cada sector pedía como si se estuviera haciendo un nuevo presupuesto para 2023. Por lo demás, con la adición se hizo el ejercicio acostumbrado en estos casos: una plata se pasa para este o el otro lado, lo que implica que hay quienes ganan y otros que pierden recursos, lo que se basa en el comportamiento de la ejecución presupuestal, pues, quien se tiene el entendido de que, quien tiene recursos y no los invierte con celeridad y oportunidad, es porque no los necesita.
En el cruce de cuentas, de acuerdo con lo confirmado por la parlamentaria, se le hicieron traslados de recursos al sector Vivienda, para financiar los programas Mi Casa Ya y Mejora tu vivienda.
De igual manera, fueron asignados nuevos recursos al sector de Minas, para cubrir los subsidios en lugares no interconectados
El tercer gran cambio, de los pocos que trae la ponencia en comparación con la que fue votada en primer debate en las comisiones económicas conjuntas, es el que se refiere a la Contraloría general, que generó controversia.
El sector salud también fue beneficiado con nuevos aumentos de asignaciones de la adición presupuestal, con lo cual, fueron 5 sectores los que estuvieron en el foco: vivienda, energía, salud y el control fiscal. Mientras que el 5º sector al que le pusieron algo más de recursos, es el de educación.