Si a Colombia la asalta una preocupación fiscal en la actualidad es la que se relaciona con la deuda externa. Los analistas vienen alertando por los altos intereses que se están pagando, en medio del cumplimiento de las obligaciones que fueron tomadas a muy corto plazo.
Esas advertencias se evidencian ahora en lo sucedido con la deuda externa colombiana en septiembre. Con corte al noveno mes del año, el país debe 197.000 millones de dólares, mientras que en agosto las acreencias eran de 195.000 millones de dólares, según el informe periódico que presenta el Banco de la República.
Entre tanto, como porcentaje del PIB, la cifra bajó, de 48,2 % a 47,9 %. ¿A qué se debe y cuál es el límite?
La mayor parte de la deuda colombiana es pública: 112.000 millones de dólares, mientras que la privada asciende a 85.300 millones de dólares.
En el caso de la deuda pública, casi toda es a corto plazo: 111.000 millones de dólares. Esta es una de las razones que ha alegado el Ministerio de Hacienda para declararse en aprietos con los pagos, los cuales demandan más recursos del Presupuesto General, de los que se pueden destinar a la inversión, que es la plata que realmente se refleja en bienestar para los ciudadanos.
Hay varias razones para que la deuda colombiana siga en aumento, según explicó David Cubides, de la firma Alianza Valores. En primer lugar, el experto señala que el país sigue emitiendo bonos, es decir, toma nueva deuda.
Pero, eso sí, no deja de impactar el hecho de que Colombia perdió el grado de inversión con las grandes calificadoras, lo que hacía que le prestaran con intereses más bajos.
Recientemente, un pronunciamiento de Aurelio Suárez puso la lupa en el tema de la deuda. El analista económico y político mencionó que el problema más delicado en el país, en materia fiscal, es el de la deuda, sin desconocer que la caída en el recaudo tributario también es una preocupación alta. A la larga, un tema tiene que ver con el otro, pues en la medida en que el país obtenga mayores ingresos por impuestos, también empezará a generar más confianza, lo que podría llevar a la recuperación de la confianza y, por esa vía, a alcanzar de nuevo el calificativo de grado de inversión.
Lo cierto es que, por ahora, el país está pagando intereses del 10 % en TES y más del 10 % en bonos de deuda soberana. “Tenemos un spread (diferencia entre dos tasas de interés) que es ya casi de 800 puntos. Hoy la deuda pública colombiana es un gota a gota. No hay cómo domesticarla”, manifestó Suárez.
Y el dólar pega duro
Al decir de David Cubides, otra razón por la que ahora Colombia debe más en dólares tiene que ver con la tasa de cambio. “Si el Gobierno tomó la deuda con un precio del dólar ‘X’ y ahora tiene uno ‘Y’, entonces debe más, porque al final, dicha obligación se traslada a pesos”.
Y no es todo. Según el experto, una tendencia en la región ha sido el incremento en los intereses de deuda, y aunque ha subido la obligación en términos del PIB, pues hace apenas unos años era del 30 % y ahora se acerca al 50 %, aún no es un techo riesgoso. Según la Regla Fiscal, el límite de deuda es del 71 % del PIB, pero el ancla de deuda es del 55 % del PIB.