En una serie de protestas a nivel nacional, transportadores de carga mantienen bloqueadas las principales vías del país, en respuesta al reciente aumento en el precio del diésel, impuesto por el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Este ajuste en el costo del combustible, que fue elevado en $ 1.904 por galón, generó una fuerte reacción entre los camioneros, quienes consideran que el incremento es desproporcionado y perjudicial para sus operaciones.
El paro camionero ha tenido un impacto significativo en la movilidad y en el comercio, especialmente en la capital, Bogotá. La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) para la región de Bogotá-Cundinamarca expresó una preocupación por las consecuencias que estos bloqueos están provocando. La entidad señala que las restricciones en las vías, en particular aquellas que conducen a la ciudad y a los municipios aledaños, están generando serios inconvenientes para la circulación de personas y vehículos.
Más allá de las molestias que los bloqueos representan para los ciudadanos, el impacto en el comercio es igualmente alarmante. Las restricciones en el transporte están afectando la cadena de suministro de productos y bienes esenciales, lo que está causando retrasos en la entrega de mercancías y posible escasez de productos en los establecimientos comerciales.
Esta situación no solo deteriora la actividad económica, sino que afecta la calidad de vida de los habitantes al limitar el acceso a productos básicos y servicios.
“La movilidad restringida desde el lunes en la tarde está obligando a miles de bogotanos a dedicar hasta dos horas adicionales para llegar a sus lugares de trabajo y regreso a casa, lo que afecta significativamente la productividad en múltiples sectores. Además, las ventas en la ciudad caen hasta un 80 %, ya que muchas personas prefieren no salir de sus hogares o apresurarse en regresar a ellos, reduciendo drásticamente la afluencia de clientes en los establecimientos comerciales y cancelaciones de citas laborales”, detalló Juan Esteban Orrego, director del Gremio de Comerciantes.
Ante esta situación, Fenalco Bogotá-Cundinamarca hizo un llamado a las partes involucradas para que se busque una solución rápida y efectiva que permita restablecer el flujo normal de transporte y minimizar el impacto negativo en el comercio y en la vida cotidiana de los ciudadanos.
“Si bien desde el gremio no compartimos el incremento escalonado de los costos del diésel, por considerar que termina encareciendo los productos movilizados por el transporte de carga nacional, tampoco consideramos que las vías de hecho, con bloqueos que afectan a la ciudadanía y a las empresas, sean el camino para manifestar el descontento y rechazo a la medida”, puntualizó Orrego.
La federación enfatiza en la necesidad de encontrar un equilibrio que permita atender las demandas de los transportadores sin causar un perjuicio adicional a la economía y a la población en general.
Lo cierto es que la Administración Distrital reportó, sobre el mediodía, ocho puntos activos de bloqueo, con la participación de más de 800 vehículos. Hay afectación en la vía al llano, Autopista norte, vía La Calera y portal de Suba, entre otros. En el caso específico del sistema público de transporte, se han visto afectadas 24 rutas alimentadoras, 13 rutas troncales y 180 rutas zonales, según cifras de TransMilenio.