En una serie de declaraciones contundentes, el director de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), Luis Carlos Reyes, expresó su firme postura en contra del contrabando en el país. Para Reyes, el contrabando no solo constituye una forma de evadir impuestos, sino que también alimenta un “ecosistema” de economías ilegales que socavan al Estado Social de Derecho.
Reyes hizo hincapié en que el contrabando no se limita únicamente a la evasión de impuestos como el IVA y los aranceles, sino que también sirve como una vía para que los narcotraficantes repatríen sus ganancias ilícitas al país.
Además, en que al comprar productos de contrabando, se está facilitando el lavado de activos que financia fortunas ilegales y, lo que es aún más alarmante, la violencia, la muerte y la destrucción asociadas al narcotráfico.
“Comprar contrabando, en ese caso, es facilitar el lavado de activos que financian no solo fortunas ilícitas, sino también la violencia, muerte y destrucción asociadas con el narcotráfico”, dijo en uno de los mensajes.
El director de la Dian destacó la importancia de preservar la paz y la vida de los colombianos como derechos fundamentales. En este sentido, la lucha contra el contrabando y las economías ilícitas que le están estrechamente vinculadas es primordial para proteger a nuestros conciudadanos y garantizar un orden social justo.
Reyes enfatizó en que el combate contra el contrabando no se detendrá. El Estado está comprometido en erradicar estas prácticas ilegales que afectan tanto la economía del país como la seguridad de sus habitantes. Por ello, es necesario que los ciudadanos tomen conciencia de las consecuencias negativas del contrabando y se abstengan de adquirir productos de origen ilícito.
El contrabando no solo representa una pérdida de ingresos para el Estado, sino que también afecta a la economía formal y a los comerciantes legítimos. Además, socava la confianza en las instituciones y promueve la desigualdad, ya que las personas que operan en la economía informal no cumplen con las normas y reglamentos establecidos.
El llamado del director de la Dian es claro y contundente: “No compre contrabando”. Esta simple acción de evitar adquirir productos ilegales contribuye de manera directa a la lucha contra el lavado de activos y el narcotráfico, al tiempo que protege la economía formal y promueve un entorno de mayor seguridad para todos los colombianos.
Las autoridades continúan implementando estrategias y controles más rigurosos para combatir el contrabando, pero es necesario el compromiso de toda la sociedad en esta tarea, la educación y la concientización sobre las implicaciones negativas del contrabando son fundamentales para erradicar esta práctica ilegal de manera efectiva.
Fuertes operativos en San Victorino
La Dian, acompañada de la Polfa (Policía Fiscal Aduanera), llegó desde muy tempranas horas, hacia las 5:00 a. m., este jueves 29 de junio a realizar un operativo anticontrabando, luego de haber tenido indicios de que había grandes volúmenes de mercancía que no cuentan con la documentación que sustente su legalidad.
Poco a poco, los dueños de los locales fueron llegando y han empezado a mostrar su inconformidad por la presencia de los representantes de las autoridades aduaneras y de la Polfa. Señalan que no les dan la oportunidad de mostrar la documentación de soporte, con la cual —argumentan— tienen todo en regla.
Los hechos se presentaron en varios de los centros comerciales de San Victorino, principalmente, en los que están ubicados en la calle 11 con carrera 10 y en la calle 10 con carrera 10. Desde hace algunos días, la Dian junto con la Polfa venían planeando el operativo.
Se trata de uno de los lugares más grandes y concurridos del comercio en la capital del país, debido a los precios de la mercancía, en comparación con otros sitios de la ciudad. Por ello, allí van personas de bajos recursos, clase media y ricos.
Entre tanto, voceros de San Victorino confirmaron que, en la actualidad, hay 17 manzanas, 54 centros comerciales y 4 megacentros, los que realizan su actividad en el legendario lugar que, con frecuencia, está en el foco de la Dian y la Polfa.
Lo malo del contrabando
El contrabando representa una seria amenaza para la economía colombiana en diversos aspectos. En primer lugar, la evasión de impuestos y aranceles derivada de esta práctica ilegal ocasiona una importante pérdida de ingresos para el Estado, lo que impacta negativamente en la capacidad de financiar programas y proyectos que benefician a la sociedad en general, como la infraestructura, la educación y la salud.
Además, el contrabando distorsiona la competencia en el mercado, ya que los productos ilegales suelen venderse a precios considerablemente más bajos que los productos legítimos. Esto afecta directamente a los comerciantes y empresarios que cumplen con todas las regulaciones y normativas, generando desventajas y desequilibrios en el sector formal de la economía.
Otro perjuicio importante del contrabando es su impacto en el empleo. La economía informal, en la cual se desarrolla gran parte de estas actividades ilegales, no ofrece las mismas garantías laborales y protección social que el sector formal. La proliferación del contrabando contribuye a la precarización laboral y al aumento de la informalidad, lo cual dificulta el crecimiento económico sostenible y la reducción de la pobreza.
Por último, el contrabando debilita la confianza de los inversionistas y afecta la reputación del país en el ámbito internacional. La presencia de una economía ilegal y la falta de control sobre el contrabando envían señales negativas a los mercados y a los potenciales socios comerciales. Esto puede traducirse en una menor atracción de inversión extranjera, así como en dificultades para establecer acuerdos comerciales favorables que impulsen el crecimiento económico.