El cierre en el kilómetro 75 de la vía Panamericana, como consecuencia de un deslizamiento de tierra a la altura de la comunidad de Rosas, en el departamento del Cauca, continúa agravándose sin que, hasta el momento, se vea una solución pronta que pueda mitigar las afectaciones económicas que está ocasionando esta situación, no solo para los departamentos del sur del país, sino para toda la economía nacional.
Aunque todavía no hay un cálculo estimado de los impactos económicos que está ocasionando esta restricción vial, sectores como el agropecuario han alertado que debido a esta situación se encuentran represadas toneladas de alimentos; los cuales, están próximos a dañarse porque no hay manera de poder llevarlos hacia sus puntos de destino.
Esto ocasiona dificultades en el abastecimiento de alimentos, lo que a su vez está incidiendo en el aumento de precios; donde las proyecciones apuntan a que si no se logra una solución pronta a esta problemática, se estaría generando un nuevo golpe al bolsillo de los hogares colombianos, debido a la disparada que ya se está evidencian en algunos productos básicos de la canasta familiar, como en el caso de la papa, el arroz, e inclusive la leche y sus derivados.
Pero la preocupación no solo la exponen los agricultores y los transportadores de carga, que llevan una semana con sus vehículos varados a un costado de la vía a la espera de un restablecimiento parcial del paso; sino que también es motivo de gran inquietud para las empresas distribuidoras de combustibles, que advierten que por esta emergencia ya se registra desabastecimiento en el departamento de Nariño.
Mediante una misiva, la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetroleo) solicitó al Gobierno nacional “una solución estructural” para garantizar el abastecimiento de combustibles y el libre tráfico de los ciudadanos por las carreteras del sur del país.
“En materia de abastecimiento de combustibles, la situación actual en virtud del daño de la carretera Panamericana, concretamente en la región de Rosas es grave, gran parte de las 635 EDS ubicadas en el departamento de Nariño se encuentran sin combustibles, generando largas filas de conductores en las instalaciones de las EDS esperando llegue producto para poder tanquear sus vehículos”, señala.
Para este gremio se hace urgente que se realicen gestiones para traer combustible desde Neiva hasta Nariño, por lo que piden al Presidente de la República, Gustavo Petro, y al Ministerio de Minas y Energía, “disponer de herramientas y condiciones que permitan culminar de manera efectiva este recorrido de transporte de combustible”.
“Esperamos que la caravana de transportadores que han iniciado el recorrido llegue el día de hoy a la planta y que en ella se cuente con suficiente producto y se le dé prelación a estos vehículos”, precisó.
Con base en esta situación, que compromete la competitividad del departamento de Nariño y el sur del departamento del Cauca, las medidas que se han adoptado y que se están poniendo en ejecución para garantizar el abastecimiento de combustibles en esta zona del país son: la movilización de carrotanques, utilizando las vías de Ecuador para llegar a Quito, desde donde ingresan de nuevo a territorio nacional.
Así mismo, se está utilizando la ruta Pasto-Mocoa-Putumayo, denominado Trampolín de la Muerte, para poder movilizar el combustible y que este llegue a las comunidades de la zona. Sumado, desde el Gobierno se determinó la disposición de gasolina y diésel desde la planta ubicada en Tumaco. Sin embargo, las condiciones de la vía, donde persisten los deslizamientos, hace que el transporte de los combustibles no sea óptimo y se presenten demoras que afectan el abastecimiento.
“Esperamos se pueda encontrar una solución definitiva con la continuación del poliducto hasta Nariño o mejorando las condiciones de la vía”, puntualizó Juan Gómez Fontalvo, presidente de la Junta Directiva de Fendipetroleo Nacional.
Hasta el momento se desconoce cuándo estará restablecido el paso vehicular, especialmente del transporte de carga y pesado, que moviliza tanto combustibles como alimentos y demás insumos para el resto del país. Lo que se presume, y según reporte del Ministerio del Transporte, es que se podría estar normalizando el tráfico entre 60 y 120 días, aproximadamente.