En la jornada del 5 de julio, el dólar abrió el mercado en 4.141 pesos, una referencia mucho más baja a la que se registró el día anterior, aunque, hay que tener en cuenta que el 4 de julio fue festivo en los Estados Unidos, por lo que hasta hoy entrarían en operación las negociaciones de ayer.
Aunque ya se están viendo picos de encarecimiento, con el precio de apertura, si se compara con la Tasa Representativa del Mercado fijada por la Superintendencia Financiera (4.177,58 pesos), el dólar en sus primeras operaciones ya habría perdido 36 pesos.
Podría haber una jornada con leves reducciones, teniendo en cuenta que ya se conocen que las tasas de interés no seguirán subiendo, quiere decir que se quedó en el 13,25 %; además de tener la expectativa que el país mantendría su tendencia a la reducción de la inflación, dato que se conocerá la próxima semana.
Esto ya lo habrían considerado algunos analistas como el principio de la estabilización del dólar en Colombia. No obstante, ya se empiezan a sentir ciertas presiones por el fenómeno del Niño y las cifras del desempleo.
Los analistas de Davivienda consideran que el mercado laboral tendrá un periodo de estancamiento: “El balance apunta a un estancamiento del mismo en los próximos meses. Varios sectores comenzaron a destruir empleo, tendencia que se puede acentuar en el corto plazo. A su vez, si bien las expectativas del sector empresarial local mostraron mejoras, el nivel actual de los índices de confianza se mantienen en zona de alerta”.
Otro de los puntos que tienen en alerta a ciertos sectores, como el energético y el agro, es el fenómeno del Niño. La anunciada temporada de sequías, al parecer, ya estaría haciendo efectos que lo sentirían los consumidores, por ejemplo, en las facturas de la energía.
Según los analistas del Grupo Bancolombia, ya se están usando en mayor medida las plantas de generación térmica, esto traería un aumento en el costo de producción, que terminaría siendo asumido por los consumidores: “Si se llega a dar una escasez de agua, las plantas térmicas se comprometen a entregar energía al sistema, mecanismo denominado como OEF. Dado que estas utilizan como combustible gas o carbón, el precio debe por lo menos cubrir sus costos de operación, que son más altos que las plantas hídricas. Además, en el último año el costo de la producción térmica ha subido por el incremento del valor de los energéticos por cuenta del conflicto Rusia-Ucrania”, revelan desde la entidad financiera.
A pesar de esto, los inversionistas estarían esperando a que las cifras actuales se consoliden, sobre todo en puntos como la tasa de interés. Desde Scotiabank Colpatria aseguran que el país verá que el comportamiento nacional también se sentirá en el extranjero, por lo que empezaría un periodo de estabilización en las referencias, incluyendo en el precio del dólar.
“Cuando se consolide la idea de que no habrá más alzas en las tasas de interés y que los agentes externos tengan un poco más de apetito por riesgo, seguramente podrán seguir llegando capitales a la economía colombiana pero no de la misma forma que se vio hacia principio del año; de tal manera, que no se espera mucha apreciación del tipo de cambio pero tampoco mucha depreciación, ya que los mercados están más tranquilos y sobre todo las inflaciones y las tasas de interés en el mundo están dejando de subir”.
El factor político nacional no se puede dejar de lado, aunque lo que más tenía con incertidumbre a los mercados eran las reformas del Gobierno, está comenzando la época electoral, que usualmente, genera especulaciones en los mercados, lo que podría evidenciarse en una mayor volatilidad en la Tasa Representativa del Mercado.