La fiesta duró poco. Durante enero, el peso colombiano se lucía frente al dólar, llegando a ubicarse entre las monedas latinoamericanas más revaluadas, por lo cual, el precio del dólar iba en descenso.
No obstante, de nuevo se revirtió la tendencia y en la jornada de este lunes la divisa llegó a ganar más de 100 pesos, dejando de nuevo un sinsabor, principalmente, entre los que estimaban que la estabilidad en el precio podría demorar más tiempo.
Según la Bolsa de Valores de Colombia, el dólar cotizó este lunes 6 de febrero en niveles que rondaron los 4.800 pesos, mientras que, en promedio, se negoció en 4.776,42 pesos y un precio último (al cierre del mercado), de 4.787 pesos. La tasa representativa del mercado que rigió para esta jornada era de 4.669 pesos, con lo cual, la divisa ganó 107,42 pesos.
Hay que destacar que hubo negociaciones de la moneda a un precio de 4.803 pesos, que es el que registra como el máximo negociado, según la Bolsa de Valores de Colombia.
Lo sucedido en la jornada de este lunes, para algunos analistas, está dentro de los rangos de volatilidad que caracterizan tradicionalmente a la moneda estadounidense, la cual, fluctúa según circunstancias globales, sumadas a lo local.
En este caso, para el profesor Óscar Benavides, de la facultad de Economía de la Universidad Nacional, el efecto está directamente relacionado con la caída en el precio del petróleo. Ambas referencias, la Brent (europea) y la WTI (estadounidense), estuvieron por debajo de los 80 dólares por barril.
Benavides señala que el dólar mostró una tendencia a la baja cuando se conocieron los resultados de la inflación en Estados Unidos, que marcó en enero de 2023 5 %, luego de haber cerrado el año pasado en 6,5 %, lo que llevó a que 2022 fuera considerado como el peor año en décadas para ese indicador. Los nuevos datos indican que siguen existiendo señales de continuar en una tendencia bajista, lo que podría llevar a que en ese país se inicie la tanda de reducción de las tasas de interés. Para los inversionistas, esa señal indica que deben llevar sus capitales a otro lado, donde les paguen más intereses, lo que, a su vez, baja el apetito por dólares (a menor demanda menor precio).
Por el contrario, en Colombia, el dato de inflación en enero, que llegó a 13,25 % provoca el efecto contrario.
Aunque algunos analistas, como Felipe Campos, de la firma Alianza Valores, estiman que el entorno local, principalmente la renuncia del presidente de la petrolera estatal Ecopetrol, también ha puesto su grano de arena en el cambio de tendencia en el precio del dólar (ahora de nuevo al alza), Benavides se va más por la teoría de que el aumento en el precio del dólar en este lunes tiene más que ver con la alta tasa de inflación que sigue en Colombia. Esa escalada podría llevar al Banco de la República a seguir subiendo las tasas de interés de referencia, y los inversionistas buscan el terreno en el que más ganancias obtengan.
Para Benavides, la renuncia de Felipe Bayón en Ecopetrol no tendría tanto efecto en el alza del precio del dólar, lo que, a su juicio, se evidencia en el hecho de que no hubo una fuerte afectación en el precio de la acción de la compañía, luego de la dimisión de su presidente.
¿Qué viene?
Según las cuentas de Benavides, ya que las expectativas y presiones inflacionarias en Colombia persisten, “en el corto plazo es muy probable que se presenten fluctuaciones permanentes del dólar”. A ello se le agregan los bloqueos de vías claves para el suministro de productos.
Y, pese al largo periodo en el cual el dólar se mantuvo a la baja en el país, el experto confirma que volvería la tendencia histórica, que es la devaluación del peso colombiano. Con base en lo que ha sucedido en décadas pasadas, siempre el dólar se encarece y las condiciones -por el momento- no han cambiado de manera significativa.
Claro está, no hay que perder de vista que al precio del dólar le pegan muchos factores. Para Benavides, “el contexto internacional se ha vuelto y seguirá siendo el más importante. Los factores internos pesan menos”.
¿Cómo está el dólar en este martes 7 de febrero?
Efectivamente, tal como lo pronostican los expertos, el dólar está sumergido en una volatilidad, como la que experimenta la moneda estadounidense en este martes 7 de febrero.
La divisa abrió en 4.776,26 pesos, según la Bolsa de Valores de Colombia, desde una Tasa Representativa del Mercado (TRM) de 4.726,25 pesos. A medida que avanzaba la jornada la fluctuación caracterizaba el comportamiento del dólar en Colombia. Bajó a un mínimo de 4.756.90 pesos, pero también ha registrado máximos en su cotización, de 4.782 pesos.
El promedio del precio registrado en esta jornada es de 4.770,69 pesos, y el movimiento continúa.
Bueno para unos, para otros, no tanto
Ya son varias las voces que pregonan acerca de cuál es el nivel adecuado para el dólar en Colombia, puesto que, si sube mucho, afecta a unos y al revés. Es así como, de un precio alto de la divisa se benefician los exportadores, entre ellos, más de 550 familias caficultoras que dependen de la venta externa del café, por ejemplo. Pero se impacta el costo de la deuda, tema que toca a todos los ciudadanos de esta nación.
El viajero que busca destinos internacionales también se ve afectado por un dólar alto, sin contar con los jóvenes que tienen deudas adquiridas para ir a estudiar en otro país.
Por esa razón, con el dólar es clave que se mantenga relativamente alto, pero cumpliendo otra condición: que sea sostenible, porque la volatilidad genera incertidumbre.
Todo, porque Colombia necesita mantener en equilibrio la balanza de pagos, es decir, las exportaciones y las importaciones. En la actualidad, se requiere aumentar las ventas externas, que son menores en relación con lo que compramos a otros países.
La apuesta del gobierno es a reemplazar, en el largo plazo, exportaciones de la industria extractiva, con las de la agroindustria. Lo que, a juicio de Benavides, es un proceso lento. De lo contrario, “podríamos empezar a padecer de lo que se conoce como enfermedad holandesa”, dijo el experto.
El petróleo cuenta para el futuro del dólar
Benavides agregó que, “si dependemos de manera significativa de un producto como el petróleo estamos expuestos a los efectos nocivos de precio internacional. Cuando su precio es alto la moneda se aprecia (dólar muy barato) y si los precios son bajos el dolar se encarece”.
De esa manera, en el primer caso, la producción nacional es desplazada por las importaciones y se pierde empleo, alto que no es bueno para ninguna economía. Por el contrario, en el segundo caso, se pierde la capacidad de importar y la deuda externa aumenta en pesos, agregó el experto.