Para sorpresa de muchos, así como el dólar se subió estrepitosamente en la primera semana de octubre, en el décimo día arrancó con una considerable caída, tras la jornada next day que se vio el día anterior. El dato de la inflación, entre otros factores internacionales, sería el responsable del repunte del peso, pero los conflictos en Medio Oriente, sumado a las cotizaciones de los commodities (principalmente el petróleo), podrían revertir la tendencia.

Cabe recordar que la Tasa Representativa del Mercado (TRM), fijada por la Superintendencia Financiera, para el 10 de octubre, es de $ 4.386,66, pero, en el inicio de operaciones de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), el dólar arrancó en $ 4.290, lo que quiere decir que en el inicio perdió $ 96,66, en comparación con el tipo de cambio oficial.

Inicio dólar 10 de octubre Bolsa de Valores de Colombia | Foto: Semana

Tras el arranque, las cotizaciones siguieron cayendo, llegando a un mínimo de $ 4.231, y lo que muestra la tendencia, al menos al cierre de la primera hora de operaciones, es que la divisa estadounidense podría seguir cayendo, aunque no se descarta algún repunte en las cotizaciones intradía.

Esta “repentina” caída contrasta con lo que se vio en los primeros días de octubre. De acuerdo con el equipo de analistas del Grupo Bancolombia, el peso colombiano cayó unos $ 240, en gran medida, por el reporte de cifras macroeconómicas en los Estados Unidos.

“Esto estuvo influenciado por un entorno internacional de aversión al riesgo debido a unas publicaciones en materia económica que imprimieron señales mixtas. Por un lado, en el informe de empleo de EE. UU. se observó que el mercado laboral continúa resiliente, ya que la tasa de desempleo se mantuvo invariable durante septiembre en 3,8 % y la contratación laboral exhibió una aceleración importante (...) los mercados interpretaron la fuerza del mercado laboral como un argumento a favor para que la FED decida llevar a cabo un último aumento en sus tasas de interés”.

No obstante, ante la presión, por parte de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés), de hacer al menos un incremento más a las tasas de interés, sumado a las desvalorizaciones en la curva de tesoros de los Estados Unidos, pueden explicar, en parte, el desplome de la divisa en los mercados colombianos.

Volatilidad del dólar se mantendría en octubre | Foto: SEMANA

Reformas, elecciones e incertidumbre, los riesgos que podrían disparar el dólar

Es importante señalar que el repunte del dólar no se presentó solamente en Colombia, el repunte se notó en los mercados internacionales, pues ante la recuperación de la economía de los Estados Unidos hace que los inversionistas salgan de los mercados refugio, aunque muchos siguen reacios por la política monetaria de la FED.

Para los analistas del Banco de Bogotá, en mayor medida los factores internacionales serán los que más incidirán en la cotización del dólar, aunque, las discusiones políticas en Colombia, sumado a las elecciones territoriales, mantendrían la volatilidad de la divisa.

“Los riesgos para un incremento en la tasa de cambio siguen siendo externos, aunque recientemente la percepción de riesgo país se ha deteriorado, algo que también puede tener que ver con elecciones que próximamente habrá en el país. De ver niveles superiores a $ 4.400 especialmente a cierre de mes, habría una extensión del movimiento que rompería la tendencia bajista que trae el dólar desde los máximos en noviembre de 2022, algo que por ahora no debería ocurrir”.

Altas tasas de interés se extenderían durante el 2024. | Foto: Guillermo Torres Reina

Aunque el desplome es bastante significativo, de acuerdo con las expectativas de los analistas de Davivienda, el dólar se estará negociando entre $ 4.215 y $ 4.475. La situación monetaria, principalmente con las tasas de interés, se mantendrían a lo largo de 2024, por lo que se espera que el próximo año el comportamiento de la divisa en Colombia sea similar al visto en 2023.

“Como lo hemos mencionado, el 2024 estará marcado por un entorno de tasas de interés todavía elevadas, sobre todo en las economías desarrolladas, lo cual no solo limitará la capacidad de endeudamiento de los gobiernos y las empresas; sino también llevará a que la preferencia por activos líquidos y refugio como el dólar”.