El precio del dólar en Colombia inició el 2023 con una leve tendencia al alza y este lunes -2 de enero- arrancó operaciones por encima de la barrera de los 4.800 pesos, impulsado por la expectativa que hay entre los inversionistas frente a lo que se vendrá para las próximas semanas en materia de inflación, tasas de interés y proyecciones de crecimiento en todo el mundo, en medio del temor a una desaceleración y la necesidad de buenas noticias que sigue imperando entre los inversionistas.
De acuerdo con la Bolsa de Valores de Colombia, esta divisa amaneció con un precio inicial de 4.850 pesos, ganando de esta forma 38 pesos y 80 centavos respecto a la Tasa Representativa del Mercado fijada para esta ocasión por la Superintendencia Financiera en 4.810 pesos con 20 centavos, en respuesta a las disparadas con las que terminó el 2022 y superó todas las proyecciones que tenían los analistas para el cierre de año.
Así las cosas, el dólar en Colombia mantiene la tendencia al alza que trae desde la semana pasada, teniendo en cuenta que el pasado viernes -30 de diciembre- cerró operaciones con un último precio de 4.850 pesos, con el cual se disparó más de pesos respecto al registro de cierre del pasado miércoles, cuando terminó en 4.780. Hay que recordar que durante esa jornada manejó también una cotización promedio de 4.811 pesos con 70 centavos.
No obstante, pese a que se disparó con fuerza en su cotización, las primeras operaciones que se dieron posterior a la apertura hicieron caer el precio de esta moneda extranjera hasta mínimos de 4.811 pesos (corte 8:40 a.m.), dejando claro que si bien se mantiene la presión y el temor en el mercado local de divisas, este todavía se mantiene con las buenas nuevas que se dieron durante las últimas semanas del 2022 en los Estados Unidos.
Según la Encuesta de Expectativas Financieras del Banco de la República, los analistas esperaban que el dólar se mantuviera entre los 4.750 y los 4.800 pesos la semana, pasada frenando un poco las proyecciones alcistas que generó en su momento el fantasma de una recesión económica en las grandes potencias del mundo como Estados Unidos y la Unión Europea, pero al final esto no sucedió y ahora las miradas se centran en lo que pueda pasar mañana viernes.
Si se compara la TRM con la que terminó el 2022 ($ 4.810,20) con la que rigió el 1 de enero de ese mismo año, que fue de 3.891 pesos con 16 centavos, se puede apreciar que la moneda norteamericana se trepó 919 pesos con 04 centavos, lo cual quiere decir que en esos 365 días creció más de un 20 %. Esto, de acuerdo con los expertos, se tradujo sin duda en presiones para la inflación en el país, ya que encarece los productos importados como insumos agrícolas.
Los grandes retos para el peso colombiano
Según el índice Laci (Latam Currency Index), que se caracteriza por medir el comportamiento de las monedas de América Latina, el peso colombiano terminó el 2022 como la segunda moneda más devaluada de la región, con un saldo negativo del -14,31 %, superada únicamente por el peso argentino que cedió un -41,14 % respecto a la moneda oficial de los Estados Unidos.
En el tercer lugar de este ranking aparece el peso chileno, que cayó un 2,46 %. Caso contrario sucedió con el peso uruguayo, que iniciará el 2023 como la moneda más fuerte, luego de que las alzas de interés, el auge de las exportaciones y el crecimiento de la inversión extranjera jugaron a favor de este país.
Entre las monedas que más se revaluaron en esta parte del continente americano, según el informe presentado por la agencia Bloomberg, también aparecen el real brasileño con un repunte del 7,79 %, seguida por el peso mexicano que subió un 4,95 % y el sol peruano, que hizo lo propio y terminó ganando un 4,79 %.
El comportamiento de la inflación y las tasas de interés en Estados Unidos, así como de la crisis energética en Europa y la reapertura del comercio en China; serán tres de los factores más importantes a tener en cuenta durante las primeras semanas del 2023, ya que esto influirá de manera directa sobre el precio del dólar que en meses pasados, cuando se avivó el fantasma de la recesión económica, puso contra las cuerdas a pares como el euro, la libra esterlina de Reino Unido y el yen japonés.