El precio del dólar en Colombia sigue siendo uno de los temas principales de la agenda informativa en todo el mundo y especialmente en Colombia, gracias a la volatilidad que ha mostrado este año por culpa de factores como la inflación, la incertidumbre en el mercado petrolero, las fuertes subidas de tasas de interés y el fantasma de la recesión en países como Estados Unidos.
Basta con ver cómo hace menos de seis meses rondaba entre los 3.800 y los 3.900 pesos y de un momento a otro empezó dispararse hasta llegar a los 4.999 pesos el pasado lunes 24 de octubre, poniendo a muchos a pensar en que tal vez habían llegados los tiempos de esta divisa a 5.000. Tampoco hay que pasar por alto que la semana pasada se dieron siete días seguidos de máximos históricos.
Si bien en este momento la divisa norteamericana empezó a bajar, llegando incluso a la barrera de los 4.700 pesos, los analistas piden que no se baje la guardia, pues pese a que la inflación se están desacelerando, aún se encuentra en puntos muy altos y no se pueden pasar por alto las proyecciones de crisis para 2023, debido a las recientes alzas de tasas de interés y la desaceleración de la economía en muchos países.
De acuerdo con los expertos, un dólar muy alto no es para nada bueno ya que influye directamente en la inflación, no hay que olvidar que gran parte de los productos y materias primas que se comercializan en el país vienen de otros lugares del mundo y sus precios se transan con esta divisa, por lo que los empresarios deberán pagar más por lo mismo que normalmente llevan y en últimas esto se traduce al consumidor.
“Con todo esto que está pasando, se encarece el precio de bienes importados y se genera una mayor inflación, esto hará que nuestra moneda pierda valor en el mundo y la economía nacional pierda atractivo frente a los inversionistas”, dijo Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, quien frente a la pregunta sobre cuándo empezará a bajar, indicó que “una vez superemos la recesión e iniciemos un nuevo ciclo económico, el cual podría darse entre finales de 2023 e inicios de 2024″.
¿Qué esperar del dólar para fin de año?
Diversas calificadoras de riesgo y centros de pensamiento han presentado sus balances de lo que viene para el país en materia de divisas, los cuales en su mayoría le apuntan a una caída del dólar, aunque advierten que todo dependerá de que se mantengan las buenas noticias que han llegado en las últimas semanas, tanto en el panorama local, como internacional, y que ayudan a reforzar la confianza inversionista.
Uno de los primeros reportes fue el del Banco de la República, según el cual la moneda estadounidense acabaría este 2022 sobre los 4.484 pesos, aunque en sus proyecciones más altas habla de una cotización muy cerca de los 4.900. Este viernes 28 de octubre se espera una posible intervención de esta entidad para regular el mercado y ayudar a la recuperación del peso colombiano.
Entre tanto, según la Encuesta de Opinión Financiera de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) y la Bolsa de Valores de Colombia, la tasa de cambio cerró en 4.532,07 pesos con una depreciación mensual de 3 %, alcanzando su valor máximo del mes el 28 de septiembre (4.556,42 pesos) y su valor mínimo el 13 de septiembre (4.346,91 pesos). Los analistas consideraban que la tasa de cambio se ubicaría en un rango entre 4.550 y 4.629 pesos, con 4.600 pesos como respuesta mediana.
Pese a que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, descartó la semana pasada que el gobierno del presidente Gustavo Petro fuera a intervenir el mercado cambiario con el fin de contrarrestar la devaluación del peso, los recientes cambios en la cotización del peso frente al dólar han llevado a muchos a pensar en que tal vez la medida sea necesaria, puesto que actualmente Colombia tiene una de las monedas más revaluadas del mundo.
Por ahora, durante la última semana, la tendencia del dólar en Colombia ha sido a la baja, regresando incluso a niveles de 4.700, esto, principalmente como resultado de las noticias que han llegado desde Estados Unidos con el Producto Interno Bruto o la inflación y desde Europa, con las recientes alzas de las tasas de interés del Banco Central Europeo.