Tras dos semanas de una fuerte caída, el dólar volvió a repuntar en los mercados colombianos, y volvió a ponerse por encima de la línea de los $3.900, viendo que los inversionistas siguen expectantes por las decisiones que tomará la Reserva Federal (FED por sus siglas en inglés), en materia de política monetaria. En materia macroeconómica, las expectativas de crecimiento mejoraron, apalancadas por las recuperaciones de los países potencia, pero con disminuciones en el desarrollo del 2024.
En el resumen de la jornada, el dólar tenía una Tasa Representativa del Mercado (TRM), fijada por la Superintendencia Financiera, establecida en $3.905,50. Pero, en el arranque de operaciones de la Bolsa de Valores, la divisa abrió en 3.875,50 pesos, el registro más bajo en lo que va del 2023.
Esta misma referencia fue el precio mínimo que tuvo la moneda americana en el mercado colombiano, pues desde el inicio, se notó una tendencia de encarecimiento, y aunque se resistió por momentos a no pasar la línea de los $3.900, finalmente la superó. Llegó a una cotización máxima de $3.920,90, mantuvo un promedio de $3.902,44 y cerró finalmente en $3.923,95. Es decir, comparado con la TRM, en la Bolsa de Valores el dólar recuperó 18 pesos.
Luego de conocerse el dato del crecimiento económico en Colombia, algunos analistas consideran que hay que ponerles la lupa a las cifras de sectores como la manufactura. Esto teniendo en cuenta, además, las cifras de importación, recientemente presentadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísitica (Dane).
“De acuerdo con las declaraciones de importación registradas ante la Dian en julio de 2023, las importaciones fueron USD 4.945,2 millones CIF y presentaron una disminución de 28,2 % con relación al mismo mes de 2022. Este comportamiento obedeció principalmente a la disminución de 26,8 % en el grupo de Manufacturas (...) En julio de 2023, las importaciones de Manufacturas participaron con 75,5 % del valor CIF total de las importaciones, seguido por Agropecuarios, alimentos y bebidas con 14,2 %, Combustibles y productos de las industrias extractivas con 10,1 %, y Otros sectores con 0,2 %”, señaló la entidad estadística.
Cabe destacar, que este sector es el que peores registros tuvo en el más reciente reporte del Índice de Seguimiento de la Economía (ISE).
En ese sentido, el déficit comercial en julio alcanzó los 600 millones de dólares, arrastrado por las contracciones en importaciones en combustibles, bienes de capital y consumo, entre otros, por lo que desde el equipo de análisis del Banco Itaú esperan que dicho déficit se reduzca al cierre del 2023.
“El déficit de cuenta corriente debería reducirse en 2023 a medida que la demanda interna se debilite, lo que conducirá a un menor déficit comercial y de servicios. Esperamos un déficit del CAD del 3,5 % del PIB (4,2 % esperado anteriormente; 6,2 % en 2022)”.
Las apuestas por las decisiones de la FED
Arrancó la reunión de la junta directiva de la Reserva Federal, y entre los temas que están tratando, los mercados están expectantes por lo que se decida en materia de política monetaria, puntualmente en las tasas de interés. Las referencias actualmente se ubican en un rango entre 5,25 % y 5,50 %, y van 11 incrementos consecutivos, alcanzando una de las referencias más altas de la historia.
Si bien el emisor estadounidense podría congelar las referencias, tiene argumentos como el repunte de la inflación y el paro en la industria automotriz. Básicamente, las opciones son: subir las tasas para desalentar el consumo y la inversión (con la intención de acabar con los encarecimientos), o mantenerse y esperar que las cifras actuales controlen la economía.
De acuerdo con las expectativas que hacen algunos analistas, las tarifas se congelarían, o tendrían repuntes mínimos, como ya lo ha avisado la FED en sus minutas, para empezar a hacer recortes a principios del 2024.
Mejor rendimiento económico, pero menor expectativa. Esto dijo la Ocde
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), presentó sus más recientes perspectivas económicas para el 2023 y lo que será el 2024. Si bien destaca que al cierre de este año habrá un mejor rendimiento, sobre todo por el repunte de potencias como Estados Unidos, la inflación seguirá siendo el factor que más incida en la desaceleración.
“Se espera que la economía mundial crezca un 3,0 % en 2023, antes de desacelerarse al 2,7 % en 2024. Se espera que una parte desproporcionada del crecimiento mundial en 2023-24 siga proviniendo de Asia, a pesar de la recuperación más débil de lo esperado en China (...) Un riesgo clave es que la inflación podría seguir siendo más persistente de lo esperado, lo que significaría que las tasas de interés tendrían que ajustarse aún más o permanecer altas por más tiempo”.