Los mercados entraron en calma tras un periodo de incertidumbre, que presionó al dólar a dispararse casi 200 pesos en una semana. La contrastante cifra le restó la recuperación que había tenido el peso en las primeras jornadas de septiembre, y se mantiene en vilo, hasta que el Banco de la República revele su decisión sobre la tasa de interés.
En la Bolsa de Valores el dólar inició en $4.115, superando en principio la Tasa Representativa del Mercado (TRM), fijada por la Superintendencia Financiera en $4.093,60. Si bien la moneda estadounidense volvió a repuntar en las cotizaciones intradía, su precio retrocedió hacia el final de la jornada.
Alcanzó un precio máximo de $4.117,50, pero, ocurrió algo que no se veía hace varios días. En las primeras operaciones, la divisa bajó levemente, pero se esperaba que se recuperara, no obstante, tras el repunte donde alcanzó su techo, cayó hasta los $4.063, siendo esta su cotización mínima.
Mantuvo un promedio de $4.085,60 y finalmente cerró en $4.079, quiere decir, si comparamos la TRM, con el último precio, el dólar perdió 14,6 pesos, y cierra a la baja tras cuatro días al alza.
Para algunos expertos, pese al inusitado repunte, el dólar se ha comportado dentro de los niveles proyectados, siendo el petróleo, y otros factores internacionales lo que más le está impactando.
“En la semana, el peso colombiano (COP) sufrió una fuerte devaluación (-3.48 %), siendo la moneda más castigada a nivel global, en la medida en que también venía siendo la moneda de mejor comportamiento en varias ventanas de tiempo como uno, tres y seis meses (...) El dólar tiene espacio de devaluación hasta niveles máximos recientes cerca de la zona de resistencia en $4,100 / $4,120. Esta zona debería detener en el corto plazo la embestida de la tasa de cambio, y es más probable ver una negociación del dólar en un rango amplio, que subidas más fuertes por encima de los niveles mencionados”, explica el equipo de analistas del Banco de Bogotá.
Petróleo y Estados Unidos presionan al dólar en el ámbito internacional
Los Estados Unidos comienzan a dar un parte de tranquilidad en los inversionistas, pues se ha visto una considerable recuperación en su economía, pese a que factores macroeconómicos siguen altos, como la inflación.
De acuerdo con la oficina de estadísticas norteamericana, el Producto Interno Bruto creció un 2,3 % en el segundo trimestre del 2023, y mantiene la perspectiva de crecimiento para el cierre del año. Pero, en algunos factores, como el gasto de las familias y las exportaciones, disminuyeron levemente, lo que se notó en el resultado final del PIB.
A esto se suma que aunque se sigue disminuyendo el desempleo, el bureau estadístico agregó que 22 mil personas radicaron solicitudes iniciales en las agencias de trabajo, por lo que hay más de 211 mil personas que en el país están a la expectativa por una oportunidad laboral.
Otro tema que preocupa a la economía norteamericana, es la inflación, que está presionada, sobre todo, por los combustibles, y en esto el petróleo tiene especial injerencia.
El hidrocarburo se mantiene por encima de los 90 dólares por barril, y amenaza con continuar encareciendo los combustibles. De acuerdo con Mesa Dinero del Banco de Occidente, el commoditie podría seguir incrementando, dependiendo de factores como la producción por parte de potencias como Arabia Saudita y Rusia.
“De continuar cayendo los inventarios de este almacenamiento clave en el país y de mantenerse los recortes de producción de Arabia Saudita y Rusia, el precio de la referencia de crudo podría continuar aumentando. Cabe mencionar que esta referencia ha aumentado 32 % desde julio de este año y 8,74 % solo en septiembre”.