La perspectiva agita los mercados desde principios de la semana: la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) podría anunciar este miércoles la mayor alza de sus tasas de referencia desde 1994, para luchar contra una inflación que no cede. Hace unos días, parecía seguro un aumento de medio punto porcentual.
Pero el dato de inflación de mayo, publicado el pasado viernes, tuvo el efecto de un balde de agua fría: la subida de precios no se desaceleró, como había ocurrido en abril. Incluso alcanzó un nuevo récord en 40 años, con 8,6 % en un año.
Los mercados y algunos economistas rápidamente concluyeron que las tasas también podrían subir más de lo esperado, no medio punto porcentual (o 50 puntos básicos), sino tres cuartos de punto (75 puntos básicos). Si el Comité Monetario de la FED (FOMC) tomara esa decisión, sería el mayor aumento de tasas en más de 27 años.
“Tenemos muchas esperanzas de que la FED solo aumente 50 puntos básicos hoy, pero el frenesí del mercado y de los medios en los últimos días (...) obviamente hace que los 75 puntos básicos sean mucho más probables”, lamentó el economista Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics, en una nota de análisis.
“Esta acción más agresiva” no es necesaria, según él, “porque las fuerzas que impulsaron las recientes cifras de inflación ya se están desvaneciendo”.
“Ponerse al día”
La decisión se dará a conocer este miércoles a las 14H00 horas (18H00 GMT), después de la reunión. El presidente de la institución, Jerome Powell, dará una rueda de prensa a las 14H30 horas (18H30 GMT).
Las tasas directrices, que actualmente se encuentran en un rango de 0,75 a 1,00 %, se incrementarán así por tercera vez consecutiva. Las alzas en las tasas directrices aumentan el costo de los préstamos que los bancos comerciales otorgan a sus clientes individuales y profesionales.
“Claramente, la FED acepta la acusación de que está detrás de la curva (del alza de tasas) y está decidida a ponerse al día para evitar un mayor deterioro en las expectativas de inflación”, dijo a la AFP David Wessel, especialista de la Fed para la Brookings Institution, que se inclina por una subida de 75 puntos básicos.
La FED está luchando aún más para frenar la inflación porque su credibilidad está en juego. Sus funcionarios afirmaron durante meses que este aumento de precios solo sería temporal y, por lo tanto, recién comenzaron a apretar los tornillos en marzo.
“En retrospectiva, (...) probablemente hubiera sido mejor subir las tasas antes”, admitió Powell el mes pasado, en una entrevista con The Wall Street Journal. La secretaria del Tesoro de Joe Biden, Janet Yellen, también admitió que no había previsto este aumento de precios.
La FED es independiente del gobierno federal, pero Powell fue recibido recientemente por el presidente Joe Biden en la Casa Blanca, junto con Yellen, para una rara reunión dedicada a la inflación.
Dos nuevos gobernadores
La FED debe por otra parte tener cuidado al desacelerar deliberadamente la economía, para no hundirla en una recesión. Powell estimó el mes pasado que necesitaba crecimiento, pero no demasiado, para frenar la inflación.
También señaló que esto podría pasar por un pequeño aumento del desempleo, mientras que el país enfrenta una gran escasez de mano de obra que está empujando a las empresas a aumentar los salarios, fenómeno que también está contribuyendo a alimentar la inflación.
Durante esta reunión, los funcionarios de la FED también actualizarán sus pronósticos económicos, el último de los cuales es de marzo. Deberían revisar al alza las previsiones de inflación y desempleo, y a la baja las del crecimiento del PIB.
El Comité Monetario de la FED se reúne por primera vez desde que Powell comenzó oficialmente su segundo mandato el 23 de mayo y Lael Brainard se convirtió en vicepresidente de la institución. Esta reunión también marca la llegada de dos nuevos gobernadores, Lisa Cook y Philip Jefferson.
*Con información de la AFP.