Colombia tenía la tarea de avanzar en la transición digital, y el año pasado recibió un impulso que no esperaba para hacerlo. El confinamiento por la pandemia del coronavirus llevó a que las organizaciones adaptaran sus servicios a la estadía en casa, ofreciendo nuevas alternativas para llevar sus productos a los colombianos.
Es así como, el sector financiero se vio metido en una digitalización acelerada por las actuales condiciones, las cuales impulsaron los pagos digitales y desincentivaron el uso de efectivo. De acuerdo con el ‘X Informe de Tendencias de Medios de Pago de Minsait Payments’, el 61 % de la población colombiana redujo el manejo de efectivo al momento de pagar, mientras que el 71,3 % ha empezado a usar los pagos a cuentas y el 57,2 % maneja billeteras virtuales.
De igual manera, las cifras del informe indican que más del 50 % de la población adulta bancarizada internauta (ABI), de todos los países analizados, ha reducido o abandonado el pago con dinero en efectivo.
¿Qué pasa en Colombia?
Para Colombia, esta transición digital que ha vivido el mundo se ve reflejada en una mayor convivencia de medios de pagos, entre los que se destaca el impulso que han tenido los medios digitales como los pagos desde cuentas, la tarjeta virtual y las aplicaciones de pago.
Entre los métodos de pago digitales, la tarjeta sigue siendo la favorita en todos los países al momento de comprar. En el caso de Colombia, en la última década se ha visto un aumento en el uso de la tarjeta para pagos directos y no para disposición de dinero en efectivo.
“En cuanto al comparativo 2019 y 2020 sobre la frecuencia de uso de la tarjeta de crédito, se presenta un aumento del 3 % para compras de bajo valor, mientras que las compras de alto valor y la disposición como medio para retirar dinero de cajeros automáticos tuvieron descensos del 13 % y 8 %, respectivamente. Desde la perspectiva de la modalidad, 3 de cada 10 usuarios la emplearon para pagar el total de las compras a fin de mes”, indica Minsait Payments.
Todo por el comercio electrónico
De igual manera, en este nuevo escenario global se ha propiciado el desarrollo del comercio electrónico, que ha visto un mayor número de transacciones entre los consumidores. Según el informe, el 54 % de los colombianos asegura realizar compras por internet al menos una vez al mes.
También destaca que 7 de cada 10 colombianos utilizan el smartphone para pagar sus compras por internet, durante el 2020 el 76 % de los ciudadanos lo empleó, lo que representa 7 puntos porcentuales por encima de la cifra de 2019.
De acuerdo con los expertos encuestados, el abandono del efectivo responde a la aversión por “tocar” el dinero, el datáfono o cualquier elemento en la calle, un nuevo hábito consecuencia del contagio por coronavirus. Por ello, afirman, una vez termine la crisis sanitaria puede haber una posible reversibilidad en esta transformación digital.
Ante la reducción del uso del efectivo, hace unas semanas Fenalco, el gremio de comerciantes, presentó un informe en el que defiende este método de pago, indicando que “el efectivo continúa siendo el instrumento más utilizado por la población en sus pagos habituales mensuales (el 88,1 % en número de pagos y 87,4 % en su valor)”.
La investigación del gremio resalta que no parece existir tal aversión a utilizar el efectivo, “las percepciones, tanto de comerciantes como de consumidores, sobre la relación costo/beneficio de utilizar medios de pago electrónico arrojan resultados que ameritan reflexión entre varios agentes económicos, en particular el sector financiero”, concluye.
Aunque Fenalco reconoce que la transición digital es una realidad, argumenta que “pese a que tener dinero en el bolsillo es una tentación para gastar, la gente siente que el efectivo es la mejor manera para controlar los gastos. La tarjeta de crédito, en cambio, es vista como un arma de doble filo en este sentido”.
Economía subterránea
Como respuesta a las declaraciones del gremio, Asobancaria expone que “una de las consecuencias del uso masivo del efectivo como principal medio de pago es la existencia de la economía sumergida (informal + ilegal), ya que las transacciones en efectivo, al ser anónimas, facilitan la evasión de impuestos y las actividades ilegales”.
Además, sostuvo el gremio bancario, la implementación de los pagos electrónicos es esencial para Colombia, puesto que “según la experiencia internacional y un estudio realizado por VISA, la reducción del efectivo y la masificación de los pagos electrónicos tienen impactos netos positivos sobre el PIB y promueve la creación de empleo”.
El Informe de Minsait Payments es realizado con el apoyo de Analistas Financieros Internacionales (AFI) e incluye la opinión de más de 80 directivos del sector bancario. De igual forma, recoge las respuestas de 4.400 encuestas a la población bancarizada de 4 países europeos y 7 latinoamericanos, entre los que se enlistan Colombia, España, Portugal, Reino Unido, Brasil, Chile, México, Republica Dominicana, Perú y Argentina.