Esas noticias diarias que hablan de que el mango colombiano ya logró entrada a Estados Unidos, o que la uchuva tropical que sale desde los puertos de esta nación conquista el paladar de los europeos ya se empiezan a ver en las estadísticas de exportaciones agropecuarias en un país que, históricamente, ha tenido un comercio exterior basado en el petróleo y sus derivados.
2021 fue un año particularmente pujante para las exportaciones agropecuarias e industriales, lo que empieza a abonar el terreno para nivelar la cancha en la que aparece nuestro país comprando más en el exterior de lo que le vende a sus socios comerciales externos, lo que genera un problema económico que se conoce como déficit en la balanza comercial.
Las estadísticas del Dane revelan que en todo 2021, las exportaciones colombianas representaron un total de 41.224 millones de dólares, lo que equivale a un crecimiento de 32,7 % en relación con 2020, cuando la cifra en dinero fue de 31.055 millones de dólares.
Lo mejor de esos datos es que el agro y la industria sacan pecho, pues en productos del campo, las ventas externas del país totalizaron 9.418 millones de dólares, es decir, 19,9 % más que en el año inmediatamente anterior, cuando fueron de 7.873 millones de dólares.
La industria manufacturera le pisó los talones al agro en materia de ventas en el exterior. Durante el año que terminó, las exportaciones en este sector participaron con el 21,7 % del total, teniendo por encima al agro (22,9 %), y a los combustibles y productos de la industria extractiva (47,8 %).
Diversificación
La diversificación de las exportaciones es un escenario más seguro para las cuentas de una nación, pues sacude el riesgo de ser dependiente de algo. Más aún en el caso de productos como el petróleo, que están en medio de una transición energética que se promueve a nivel mundial, para fomentar más el uso de fuentes energéticas más amigables con el ambiente.
También en el sector específico de la agroindustria, la diversidad de productos que Colombia pueda exportar constituyen una buena señal. Ya no es solo flores, café y banano lo que el país está llevando a los mercados internacionales.
En Estados Unidos, por ejemplo, donde las normas para recibir un producto agrícola son estrictas, ya tienen entrada más de 100 frutos del campo colombiano. 5.839 millones de dólares, de los más de 9.000 millones que exportó el sector agropecuario, son distintos a los tres que tradicionalmente ha vendido Colombia en el exterior.
El país tiene más compradores
Otra realidad que surge de las estadísticas de exportaciones colombianas es que si bien Estados Unidos es uno de los principales destinos de productos nacionales, cada vez se abren más puertas en otros lugares. Es así como, en 2021, el 41,4 % de las ventas externas del país se fueron a lugares diferentes a los tradicionales. Entre tanto, Estados Unidos recibió el 26,6 % de los productos que Colombia vendió fuera del país y China compró el 8,8 % de nuestras exportaciones.
En el listado de compradores de esta nación también figuran Panamá, que el año pasado compró el 5,9 % de lo que vendió Colombia; India adquirió el 5,1 % de las ventas externas que se realizaron; mientras que Brasil compró el 5 % y Ecuador el 4,3 %.
A medida que el país produce lo suficiente para abastecer el mercado local y llevar a las vitrinas internacionales, se genera una cadena de reactivación que favorece a todos, pues a mayor producción, más empleo. Por esa razón es motivo de aplausos cuando los productores agrícolas colombianos logran hazañas como la ocurrida en 2020, cuando salieron 87.000 toneladas de aguacate Hass a más de 24 destinos del mundo.