El crecimiento acelerado del costo de vida, la crisis de precios por los combustibles, el dólar por las nubes y un petróleo que no dan tregua, al parecer, ya le están pasando factura al dinamismo que traía consigo la economía nacional desde que pasó la pandemia y, poco a poco, se frena el buen ritmo de crecimiento que puso al país como un ejemplo ante el mundo.
La posibilidad de que las tasas de interés tan altas afecten los rendimientos empresariales y que el aumento de combustibles que se viene para el país, de por lo menos 600 pesos hasta diciembre, dispare aún más la ya elevada inflación, son algunos de los nubarrones que se asoman en el futuro cercano para Colombia.
Cuando el mercado había considerado que la inflación estaba llegando a su techo y que el Banco de la República para este segundo semestre no haría mayores aumentos en las tasas de interés, el resultado del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de agosto sorprendió al alza.
De acuerdo con las cifras del Dane, para el octavo mes de 2022, el IPC registró una variación de 10,84 % en comparación con agosto de 2021, una cifra no vista desde abril de 1999. En el último año, las divisiones alimentos y bebidas no alcohólicas (25,57 %), restaurantes y hoteles (15,73 %) y, por último, muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar (14,75 %) se ubicaron por encima del promedio nacional (10,84 %).
Ante este panorama, el Banco J. P. Morgan (el más grande de los Estados Unidos) advirtió que la economía en el país está dando serias señales de desaceleración, por lo que rebajó sus proyecciones de crecimiento a nivel trimestral, para 2022 y de cara al año entrante. Esta firma espera que el año cierre con un repunte del 7,7 %, mientras que para 2023 su perspectiva pasó al 1,7 %.
“En detalle, el ISE se vio afectado en el margen por los hasta ahora sólidos sectores de servicios, que cayeron 0,6 % en julio. Los sectores primarios crecieron en el margen en el mes, pero continúan rezagados en general, mientras que los sectores secundarios se están confundiendo en el medio. Los datos de ventas minoristas y manufactura de la semana pasada subrayan la desaceleración general de lo que ha sido una recuperación bastante tórrida”, dice el informe de J. P. Morgan.
Por otra parte, señala que las ventas minoristas estuvieron por debajo de las expectativas en julio, disminuyendo, luego de cifras mensuales relativamente planas en mayo. No obstante, destaca que las ventas minoristas están 13,2 % por encima de los niveles previos a la pandemia. Sobre una base anual, las ventas minoristas aumentaron 7,7 %.
“Si se excluyen los combustibles, las ventas minoristas aún se ubicaron por debajo de las expectativas en julio, registrando -3,4 %, seguido de un fuerte aumento del 4,3 % en junio. El impulso secuencial también se deterioró, aunque no tanto como el titular, con la tasa trimestral imprimiéndose en 8,0 %, en comparación con el 10,4 % del 2T y el 8,2 % en el 1T”, agregaron.
Un panorama complejo
De acuerdo con la Encuesta de Opinión Financiera (EOF) revelada esta semana por Fedesarrollo, el pronóstico de crecimiento para 2022 se ubicó en un rango entre 6,8 y 7,8 %, con 7,4 % como respuesta mediana. Esta cifra se traduce en un crecimiento, puesto que en agosto pasado este mismo indicador se encontraba en apenas 6,5 %.
Por otra parte, el dato que llama la atención tiene que ver con el crecimiento que, por ahora, se espera para 2023, ya que esta cifra se ubicó en 2,1 %, situándose en un rango entre 1,8 y 2,9 %. Así las cosas, se reporta un descenso en las expectativas, puesto que para el sondeo anterior, el porcentaje de crecimiento esperado era del 6,5 %. Asimismo, los analistas esperan que la tasa de intervención se ubique en 11,0 % al cierre de 2022.
“La mediana del pronóstico de crecimiento del tercer trimestre de 2022 se ubicó en 5,6 %, situándose en un rango entre 4,3 y 7,5 %. En septiembre, las expectativas de inflación para fin de mes y fin de año se ubicaron en 11,20 y 11,18 %, respectivamente”, dijo Fedesarrollo en su estudio.
En lo que respecta al precio del dólar, los analistas esperan que la TRM se ubique para septiembre entre 4.370 y 4.453 pesos, con 4.415 pesos como respuesta mediana. Asimismo, prevén una TRM de 4.326 pesos a diciembre de 2022.