Cuando el mundo entero empezaba a ver cerca el final de la pandemia, y con ello el fin de las disrupciones en la cadena de suministros, llegó la invasión de Rusia a Ucrania que tiene en alza los precios de la mayor parte de las materias primas y que deja muy lejos la esperanza de frenar la inflación en el corto plazo.
Y todo este impacto comercial producto de la guerra que se está viviendo en el Viejo Continente, ha llevado a que la economía sufra unos cambios que no están presupuestos hace pocos meses.
Este domingo en la noche el precio del barril de Brent del mar del Norte estuvo cerca de los 140 dólares, muy cerca de sur récord total de 147,50 dólares registrado a mediados de 2008. Todo esto se dio luego de que se confirmara que Estados Unidos y sus aliados contemplan prohibir las importaciones energéticas desde Rusia.
Aunque por el momento la energía y el petróleo ruso no están sancionados directamente, ya no tienen casi compradores, lo que complica seriamente la oferta mundial.
“Al menos de un alto al fuego, no hay nada en perspectiva para frenar la subida de las cotizaciones del petróleo”, dice un artículo publicado este lunes por el National Australia Bank.
“El alza de los precios del petróleo y de las materias primas va a obligar probablemente a las economías europeas a racionar el consumo y ello va a pesar en la recuperación económica y los beneficios de las empresas en 2022″, dijo el analista del banco Swissquote, Ipek Ozkardeskaya.
Con este panorama, los operadores vigilarán esta semana el índice de los precios al consumo en Estados Unidos en febrero y deben presentar gran atención a los resultados de la reunión de política monetario del Banco Central Europeo (BCE) el jueves.
Teniendo en cuenta este contexto y la incertidumbre geopolítica en aumento en Europa, el euro también se ha visto afectado, al caer fuertemente frente al dólar y pasar de 1,0867 dólares.
En Europa no quieren depender de Rusia
La Comisión Europea presentará este martes 8 de marzo su última propuesta para hacer frente al alza de los precios de la energía, cuya presentación estaba prevista para la semana pasada, con la vista puesta en reducir su dependencia energética de Rusia, especialmente del gas, tras la ofensiva de Moscú en Ucrania.
En una reunión que tendrá lugar en Estrasburgo, el Ejecutivo comunitario adoptará las medidas para reducir la dependencia de Europa del gas ruso lo más rápido posible, diversificando el suministro a través de los gasoductos que conectan Europa con otros proveedores, así como a través de barcos metaneros.
La intención de la Comisión Europea es mejorar las seguridad del suministro de gas en el mercado comunitario y reducir el impacto de los valores del gas en los mercados sobre el precio de la energía, especialmente para consumidores y empresas.
Los comisarios decidirán si los países realizarán compras conjuntas de gas, así como si desarrollarán sistemas de almacenamiento estratégico de manera coordinada y compartida, considerando que en la actualidad Rusia es el principal proveedor de gas natural licuado al mercado comunitario y copa el 40 % del suministro.
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