Ante el fuerte impacto de la inflación y el costo de vida que en el último año ha subido 13,25 %, el mayor nivel en 20 años, el 40 % de las mujeres colombianas tuvieron que ajustar sus gastos personales.
Esta coyuntura fue señalada por una consulta sobre consumo realizada por Avon y Gentedemente, en el que se analizó el comportamiento de las familias ante la situación del incremento de precios.
El incremento del costo de vida es una situación que afecta a todo el mundo, la cual se ha venido incrementándose por las consecuencias de la pandemia, el incremento en los costos en materias primas y escenarios externos de índole internacional (como la guerra entre Rusia y Ucrania). En Latinoamérica este fenómeno ha impactado también la economía de las mujeres y ha modificado de cierta forma su comportamiento de consumo y el de sus familias.
EL estudio fue denominado Impacto del incremento del costo de vida para las mujeres. En este, investigadores en materia de mercados de varias regiones de Latinoamérica, hallaron que hay un escenario pesimista en el país frente a este sector. Frente a la metodología, se entrevistaron a 2667 mujeres de Argentina, Chile, Colombia (568), Perú y México.
La mayoría de las mujeres encuestadas (73%) considera que la situación de su país empeoró, así como poco más de la mitad de ellas (54%) considera que su situación personal también es peor contrastándola con el 2022.
Por otro lado, el 23% de las colombianas dijeron estar mejor que antes económicamente (frente al14% promedio en los otros países). También, el 40% de ellas abandonaron sus gastos eventuales y el 30% los gastos personales.
Según el informe, las actividades que han dejado de realizar debido a la economía han sido: comer por fuera, ir al cine, ir al teatro, hacer viajes, comprar regalos o calzado y gastos en peluquería. No obstante, el gastos de colegios y/o universidades de sus hijos (estudios) es algo que el 26% no cambia ni lo hará, por más compleja que esté la coyuntura.
Otros de los resultados arrojados, tanto en Colombia como a nivel general, fue el abandono de gastos eventuales y personales al 39% y 28% respectivamente. Los gastos en los hijos y en el hogar disminuyen de frecuencia, pero no se dejan de hacer.
Además de estos resultados en cuanto a las decisiones de compra por las que han optado las mujeres para contrarrestar el aumento del costo de vida, Avon también analizó su comportamiento respecto a la compra de productos de cuidado y belleza, así como su actitud frente a las marcas de venta directa.
En Colombia, el 65% de las mujeres del estudio sostuvo que suelen mirar los ingredientes de los productos cosméticos para saber si son de buena calidad. El 38% de ellas consideró que los productos que son más costosos representan mejor de calidad. En cuanto a productos de marcas económicas, el 30% de ellas aseguran que brindan el mismo resultado que los más caros.
Un aspecto positivo para las empresas de venta directa de productos de belleza en Colombia es que el 89% de las mujeres considera que estos productos tienen una calidad igual de buena que aquellos que compran en cualquier tienda.
En línea con esto, la investigación tuvo en cuenta que muchas de las mujeres encuestadas buscaban alternativas más económicas para sus compras regulares. El 25% de las encuestadas sostuvo que en aspectos como gastos básicos del hogar y gastos relacionados con los hijos tuvieron mayor migración a alternativas más económicas sin cambiar la frecuencia de compra.
Si bien, el incremento del costo de vida es un fenómeno no solo latinoamericano sino global, es importante considerar otros aspectos externos que pueden afectar las economías familiares y tener en cuenta los cambios en los comportamientos de consumo que esto supone.