Ganar o perder. Esas son las dos canchas en las que juegan los inversionistas que ponen su plata en un activo como el dólar, que, además, en su estado antiguo, se caracterizó por una extremada volatilidad.

Ahora, muchos se preguntan si estamos ya de vuelta a ese dólar antiguo, de alta volatilidad y susceptible a choques externos, como el precio del petróleo o fenómenos geopolíticos.

La divisa estadounidense ha estado metida en un loco torbellino desde hace varias semanas, subiendo y bajando de precio, como si se tratara de una hoja en otoño.

El 1º de agosto de este año, la moneda sorprendió, al bajar hasta 3.898,48 pesos, nivel que no se veía desde hace mucho tiempo. Por unas horas, en las sorprendentes jornadas del mercado cambiario, subía y se quedaba arriba o volvía a bajar inexorablemente. Pero prontamente repuntaba de nuevo, hasta treparse y mantenerse por encima de los 4.000 pesos.

Proyección tasa de cambio de septiembre a diciembre. | Foto: Semana

En las dos últimas semanas venía en ascenso, hasta llegar, inclusive, a sobrepasar los 4.386 pesos, como ocurrió del 7 al 10 de octubre. Finalmente, después del 10 de octubre, con todo y los acontecimientos globales, pese a los datos de desempleo en Estados Unidos, país cuna de la moneda que históricamente ha tenido la potestad de ganarle la partida al peso colombiano, se debilitó nuevamente.

¿Qué se puede esperar?

Los colombianos de casi todos los escalones de la pirámide social se interesan por el dólar, aunque sea por conocimiento general o para decidir -por ejemplo- si viajar o no a cualquier destino en el que el intercambio de monedas se hace a través del dólar. Más aún, para los inversionistas, así sea de pequeños montos que suelen guardar en el colchón unos dólares, para cambiarlos cuando se obtenga mayor rentabilidad.

Ahora, además de los vaivenes habituales del dólar, también es clave tener presente que en el mundo, y principalmente en Estados Unidos, continúa la amenaza de una recesión, en parte, por la aplicación de la política monetaria (aumento de tasas de interés) que ha ralentizado la economía.

Dolar Dolár | Foto: Getty Images

Según analistas de monedas, si bien no hay una última palabra en lo que pasará con el dólar, es importante revisar lo que ha sucedido en otros momentos en la tendencia de la divisa, con las recesiones.

1. Para la firma de expertos en inversiones, Alianza Valores, “la visión bajista de dólar, en presencia de una recesión global en 2024, no cambiaría, pero si se interrumpiría en gran parte del próximo año”.

De un rango poselectoral a otro pospandemia

2. Alianza estima que la hipótesis de lo que pasa con el dólar es que “estamos cambiando de un rango postelectoral entre 4.200-5.000 pesos, al antiguo rango pospandemia, de 3.500-4.200 pesos”, como se ha visto en los últimos días.

Los objetivos de dólar en 2023, según la firma de analistas, están en el rango de 4.000 para este año, y de 3.800 pesos para el próximo. “Todo ello, bajo el supuesto de que EE.UU. no entrará en recesión el próximo año”.

En elecciones, el dólar suele entrer en volatilidad. | Foto: DPS

3. Los expertos de Alianza aseguran que, de experiencias anteriores, se sabe que “las recesiones no solo son difíciles de pronosticar, sino que son muy pocas para crear patrones de reacción en los mercados”.

De hecho, “desde 1992 solo se han dado tres recesiones en EE.UU. (2001, 2008 y 2020), donde solo las dos últimas depreciaron la moneda colombiana”.

4. Tanto en lo ocurrido en 2008 como lo sucedido en 2020), “el dólar debería subir como mínimo hasta los 4.800-4.900 pesos, (si se repite una recesión en magnitudes) o por encima de los 5.000 pesos, si se repite en porcentaje del 2008″, señalan los expertos de Alianza.

Comprar dólares. | Foto: Getty Images

¿Quiere comprar dólares?

De esa manera, la recomendación de Alianza parte de las lecciones de anteriores situaciones similares. “El impacto de las recesiones sobre el dólar es simétrico. Esto quiere decir que sube a la misma velocidad en que baja”.

En ese contexto, estiman que, para finales del 2024, el dólar debería estar de nuevo en los 4.200 pesos, pero con un cierre probablemente más alto que los 3.800 pesos (para 2024).

Es decir, por ahora vale la pena mantener el dólar planchadito, como parte de una diversificación de las inversiones y, sobre todo, “como un seguro contra recesiones, hasta que termine el primer semestre del 2024″, sugiere Alianza.

No hay que perder de vista —agrega Alianza—, que después de 12 años al alza, “el dólar en el mundo si está cambiando de tendencia a la baja, pero en recesiones el dólar sigue siendo resguardo hasta que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, eventualmente baje tasas”.