El Fondo Monetario Internacional reaccionó después de que Argentina avanzara con la creación de nuevos impuestos a los viajes al extranjero previos al mundial y a los conciertos de artistas que cobran en moneda extranjera. Las medidas buscan proteger sus bajas reservas y evitar una devaluación.
Argentina, incluso, creó el nombre de los impuestos que por una parte se refiere a “El dólar Coldplay”, que será la tasa para pagar ingresos a espectáculos internacionales como los conciertos de la banda británica Coldplay, que se presentará a fines de octubre en el estadio Monumental de Buenos Aires. Se calcula sumando un impuesto de 30 % al tipo de cambio oficial, lo que este miércoles implica unos 204 pesos por dólar. Y no serán las entradas para Coldplay las que se pagarán a ese precio, pues se agotaron hace meses.
También incluyeron el “Dólar Catar” que alude al próximo Mundial de fútbol. Será el tipo de cambio que se aplicará a los gastos con tarjetas de crédito que superen los 300 dólares mensuales. Se calcula cargando a la cotización oficial tres diferentes impuestos, de 30, 45 y 25 %. Este miércoles cotizaba a 314 pesos.
Su creación responde a la decisión de cuidar los dólares obtenidos por el Estado sobre las ventas de soya, indicó Persichini.
Según cifras oficiales, en los últimos dos meses el sector turismo presenta un déficit de más de 1.500 millones de dólares, y el gobierno teme que la cifra crezca por los viajes al Mundial entre noviembre y diciembre, y las próximas vacaciones del verano austral a partir de enero.
“Se busca desincentivar la demanda de divisas por turismo y compras con tarjetas, sin afectar al consumo ‘hormiga’ (ndlr: pequeño o puntual), como los servicios de streaming. El mercado probablemente leyó esto como otra señal más de la principal política económica de este gobierno, que es no devaluar”, señaló al diario La Nación Juan Pablo Albornoz, de la firma Invecq.
Con este panorama, el director del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn, advirtió a los funcionarios argentinos en contra de las diferentes medidas o precios cambiarios y la creación de tipos de cambio múltiples.
“Seguimos creyendo que este es el camino a seguir para no tener medidas ad hoc y separadas”, dijo Goldfajn a Bloomberg News en una entrevista al margen de las reuniones anuales del FMI en Washington. “Si los tiene, debe hacerlo de forma temporal y desarrollarlos en el futuro”.
Desde hace casi 100 años y de forma intermitente, en Argentina funcionan restricciones a la compra de divisas.
El más reciente sistema de control de cambios se estableció en 2019, con una tasa oficial que actualmente alcanza los 157 pesos por dólar. Sin embargo, el mecanismo no alcanzó para contener la demanda de dólares y, ante la escasez, en el mercado legal surgieron una docena de tipos de cambio destinados a sectores de la economía o a determinadas transacciones que requieren divisas.
Pero de todos los sobrenombres que ha incorporado el billete verde en Argentina, el más conocido es el “dólar blue”, que se transa en el mercado paralelo o ilegal, y que este miércoles cotizaba a 288 pesos por dólar.
Dólar “soya”, “mayorista”, “contado con liqui”, “catar” o “coldplay”, este es un mapa de los participantes del mercado cambiario argentino.
La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, también se opuso a la estrategia cambiaria del gobierno argentino. Sin embargo, en días pasados aprobó una exención para el programa de Argentina sobre las prácticas de moneda múltiple, luego de que el gobierno inventara una nueva tasa de cambio solo para los exportadores de “soya” en septiembre. Según la directora, fue aprobado porque el tipo de cambio era temporal.
*Con información de AFP.