El consumo de los hogares en Colombia parece encontrarse en un punto de inflexión. Según el informe de Gastometría de Raddar de septiembre de 2024, el gasto total de los hogares alcanzó los 87,2 billones de pesos, lo que representa un incremento del 5,76 % frente al mismo mes del año anterior, cuando fue de 82,4 billones. Sin embargo, en términos reales, el crecimiento fue de apenas -0,04 %, lo cual, aunque no implica un aumento en el consumo, podría estar dando las primeras señales de un cambio en el comportamiento del gasto.

Según la consultora, este cambio ha sido impulsado principalmente por una desaceleración en la inflación, especialmente en sectores clave como los alimentos y los bienes duraderos. A pesar de esta mejoría, la recuperación sigue siendo desigual entre los distintos estratos sociales.

A pesar de los esfuerzos, el poder adquisitivo de varios sectores de la población colombiana aún no pueden gastar volver a gastar como antes. (Imagen de referencia). | Foto: SEMANA

Un crédito hipotecario en alza, pero con cautela en el uso de tarjetas

Otro factor clave detrás de esta moderada reactivación es el comportamiento del crédito. En septiembre, la colocación de créditos —incluyendo tarjetas de crédito, créditos de consumo y créditos hipotecarios— creció un 4,9 % en comparación con el mismo mes del año anterior, con el crédito hipotecario liderando el crecimiento, al registrar un aumento del 12,4 %. Esto ha permitido a algunas familias acceder a bienes de alto valor, como vivienda y automóviles, pero el uso de tarjetas de crédito no ha mostrado un aumento significativo.

Este comportamiento refleja la cautela con la que los colombianos están utilizando las herramientas de crédito, prefiriendo limitarse a pequeñas compras o aprovechar promociones específicas. Aunque la colocación de crédito muestra signos positivos, este comportamiento no ha llegado a toda la población, donde aún hay quienes enfocan sus ingresos en cubrir estrictamente solo necesidades básicas.

En ese sentido, Raddar asegura que el inicio de una recuperación es evidente, pero desigual. Los hogares de ingresos altos han mostrado una mayor capacidad de respuesta, impulsados por un entorno laboral más estable y una mejor capacidad para aprovechar las bajas tasas de interés. En septiembre, este segmento registró un crecimiento notable en su consumo, beneficiándose de factores como la prima de mitad de año y la reactivación en las ventas de vehículos y viviendas.

En contraste, los hogares de ingresos bajos y medios siguen enfrentando desafíos importantes. Durante el tercer trimestre de 2024, el gasto en estos hogares cayó en comparación con el trimestre anterior, debido a los altos precios en bienes esenciales.

El aumento en los precios del agua y el gas, provocado por la temporada seca que atraviesa el país, ha impactado fuertemente el bolsillo de los colombianos. (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images

Para la consultora, uno de los gastos que refleja esta situación es el pago a servicios públicos. Aunque ha habido una leve desaceleración, los servicios, esta aún registran una inflación del 8,62 % en septiembre de 2024, afectando directamente el presupuesto de los hogares. Esto, sumado a los actuales precios de los bienes no durables, añade una presión adicional al consumo de las familias en el país.

Expectativas para el cierre de 2024

El último trimestre del año será decisivo para determinar si la recuperación del gasto se consolida. Con fechas como el Black Friday y la temporada navideña acercándose, se espera que el consumo reciba un impulso adicional.

No obstante a esto, la tan anunciada reactivación económica sigue dando espera. Sin importar los avances inflacionarios o de intereses bancarios, ajustes como los propuestos en la reforma laboral, que modificaran recargos nocturnos, dominicales y salario mínimo, podría afectar, no solo la empleabilidad, sino la generación de empleo, eventos que limitarían aún más el gasto.

Además, estas nuevas condiciones también correrían el riesgo de poner freno al movimiento económico que el país necesita para alcanzar los objetivos económicos anunciados por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien espera que el crecimiento repunte y se ubique en el 3 % para 2025.