El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, entregó este jueves un panorama muy completo de lo que está pasando actualmente con el mercado cambiario en Colombia y explicó las razones por las que considera que esta divisa se ha disparado actualmente, resaltando entre las mismas la incertidumbre que se han venido generando desde hace meses en el contexto nacional en lo que respecta al futuro de la exploración y explotación de hidrocarburos y carbón.
Para este experto y cabeza de la autoridad monetaria del país, factores como la inflación, la subida de tasas de interés, la persistencia del exceso de demanda y el ritmo lento con el que se ha enfriado hasta el momento la economía, han sido algunos de los factores que actualmente están incidiendo en el panorama desfavorable que enfrenta el peso colombiano, adicional a las presiones que siguen llegando desde el exterior.
“El contraste entre la fuerte depreciación del peso en los últimos dos años y lo sucedido en los principales países de la región con los cuales nos solemos comparar puede explicarse en parte por el deterioro relativo en la solidez fiscal de nuestro país, que le valió la pérdida del grado de inversión en 2021″, dijo Villar durante su discurso en un evento organizado por Asobancaria.
Respecto a las razones por las que el dólar sigue disparado en el mercado local y el peso no logra hacerle frente, el gerente del Banco de la República explicó que “debe reconocerse que la incertidumbre sobre el futuro de la exploración y la explotación de petróleo y carbón han mantenido una vulnerabilidad grande de la tasa de cambio ante sucesos internacionales”.
Agregó que “esto ayuda a explicar que en situaciones internacionales de mayor aversión al riesgo, tales como la observada durante la presente semana, el peso colombiano sufra depreciaciones más grandes que otras monedas de la región”, resaltando que es necesario trabajar con urgencia sobre este aspecto.
No obstante, destacó que “recientemente se ha observado una mejor perspectiva de ajuste fiscal con la reforma tributaria de 2022 y los anuncios del Plan Financiero sobre el cumplimiento del plan de ajuste contemplado en la regla fiscal, lo cual ayudó a la apreciación del peso observada en diciembre y enero pasados, en un entorno internacional favorable”.
“Con cifras a día de ayer (8 de febrero), la depreciación del peso colombiano en los últimos doce meses superaba el 20 % y en los dos últimos años se acercaba al 35 %. Esta última cifra de depreciación del peso (35 %) contrasta con apreciaciones nominales para el mismo período de las monedas de Brasil, México, Costa Rica o Uruguay. En el caso de Chile se observa una depreciación, pero mucho más baja que la colombiana, de 9.2 %. De manera similar, la tasa de cambio del sol peruano se depreció con respecto a su nivel de dos años atrás, pero solo 5.7 %”, dijo Villar.
¿Qué se viene en temas de inflación?
Respecto al interrogante que plantean las perspectivas inflacionarias para 2023 y 2024, Leonardo Villar indicó en primer lugar que el Banco de la República está fuertemente comprometido con generar las condiciones necesarias para el retorno de esa inflación hacia la meta y resaltó que las proyecciones de su equipo técnico sugieren que si bien este año terminaría todavía por encima del rango admisible de 3 % +/-1 %, ese rango se alcanzaría para finales de 2024.
“Tal como lo manifestamos en el comunicado de prensa que emitimos tras la última sesión de la Junta Directiva del Banco, con la decisión de aumentar la tasa de interés de política en 75 pbs en enero pasado la política monetaria se acercó a la postura requerida para inducir en el mediano plazo una convergencia de la inflación hacia su meta de 3 %”, agregó.
El jefe del Banco de la República destacó que “la incertidumbre es grande y las decisiones futuras dependerán de la información que tengamos en cada momento. En nuestro escenario central, sin embargo, esperamos que la inflación esté próxima a iniciar una senda descendente, la cual estaría inicialmente jalonada por una reducción sustancial en el ritmo de crecimiento de los precios de los alimentos”.
“La inflación básica podría seguir mostrando aumentos durante el resto de este semestre, pero la perspectiva es que en el segundo semestre del año empiece a mostrar también una tendencia descendente, reforzando el comportamiento de los alimentos y coadyuvando al proceso de convergencia en dirección a la meta, proceso que continuaría a lo largo de todo el 2024″, concluyó Leonardo Villar.