La preocupación ronda en el sindicato de la petrolera Ecopetrol, USO, que lanzó una alerta sobre el recorte en la inversión prevista para 2024, la cual bajaría de 4.500 millones de dólares en 2023 a solo 2.500 millones de dólares en la próxima anualidad.
Semejante bajonazo pondría en riesgo la continuidad del negocio más importante de la petrolera estatal, que es la exploración y producción de hidrocarburos (petróleo y gas). Si el efecto se quedara en la empresa, vaya y venga, pero se llevaría por delante las finanzas públicas, teniendo en cuenta que Ecopetrol pone al menos 20 billones de pesos anuales en la bolsa con la cual se financia el Estado, señaló el sindicato.
Para la organización gremial, cada desinversión alejaría aún más la meta de producción de petróleo que está tasada en 825.000 barriles por día para 2026, según estableció el Gobierno en el marco fiscal de mediano plazo.
La USO pone de presente que, de manera natural, Ecopetrol está declinando sus inversiones en un 15 % en sus campos, lo que, sumado a las reducciones que se hacen por otros motivos, pone en serias dificultadaes a la compañía y al país.
Un estimativo preliminar, presentado por el sindicato, da cuenta de que, en estos escenarios, la producción no sería mayor a los 472.000 barriles diarios, cifra que a duras penas alcanzaría para las dos refinerías. En consecuencia, el país tendría que olvidarse de las exportaciones, motor de las ventas externas de Colombia.
Panorama oscuro
El panorama que pinta la USO, como producto de la reducción de la inversión en Ecopetrol, es lúgubre por donde se le mire.
El efecto arrastre sería inminente. Lo que implica que se llevaría por delante a otras compañías, toda vez que la inversión de la petrolera es su insumo principal.
Y no son cuentos
De acuerdo con lo expuesto por la USO, la desinversión no es cuento. Se evidencia claramente en el hecho, según el cual, hay una baja sensible en el número de equipos disponibles para adelantar la actividad de la petrolera, pues, en esta anualidad se cuentan con 39 menos, en comparación con los que había el año pasado.
Dentro del paquete de equipos que se ha disminuido, se destacan 23 aparatos de perforación y 16 de los utilizados para el reacondicionamiento del subsuelo. Al decir de la USO, solo con esas dos disminuiciones se impacta negativamente la producción.
Golpe con el gas
En el pronunciamiento de la USO, sacaron a relucir el golpe que también tendría el componente de gas, uno de los que serían claves para la transición energética.
De acuerdo con lo expuesto por la organización gremial, se habría terminado la perforación de tres pozos de los cuales depende el suministro de más del 50 % del hidrocarburo en el país. Se trataría de Cupiagua XD45, Liria YW12 y Cusiana V31, ubicados en el piedemonte casanareño.
Ecopetrol es la fuente energética más importante
En lo que tiene que ver con los hidrocarburos, Ecopetrol es clave, ya que produce el 65 % del petróleo en Colombia y tiene a su cargo el 80 % de la producción de gas. En otras palabras, las refinerías, que son las encargadas de proveer a esta nación de diésel y gasolina para encender motores, dependen de la petrolera.
Es decir, las consecuencias de la desinversión no son pocas.
El llamado
Así las cosas, el llamado inicial que hacen, con este pronunciamiento, es a que se le cuente al país la razón de la decisión de reducir las inversiones en Ecopetrol.