Según un informe realizado por parte de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), en lo que va de año ha habido un total de 121 bloqueos a lo largo del territorio nacional hasta la fecha actual, una coyuntura que ha traído una gran cantidad de problemas a la hora de realizar sus funciones.
A lo largo del espacio vial de la nación se han presentado distintos bloqueos por razones tanto sociales como naturales que han dificultado las posibilidades de exportación para distintos productos, según reportes presentados por la federación, los departamentos más afectados serían Santander, La Guajira y Bolívar.}
Se estima que el tiempo de trabajo perdido para los trabajadores es de 2.121 horas contadas de manera individual para cada bloqueo, lo que en cálculos equivaldría a un aproximado de casi 89 días de labores, las cuales han sido imposibilitadas.
Estas cuentas son realizadas desde el mes de enero, donde se registraron los bloqueos tanto de la Vía Panamericana a causa de derrumbes naturales, como también los causados por las protestas que vieron afectado el tránsito por la Ruta del Sol, en cuanto al mes de febrero de manera más especifica, se han reportado 40 bloqueos, donde los principales se situaron en las localidades Boyacá, Meta y Norte de Santander.
Las distintas coyunturas a lo largo del país han traído como consecuencia estos bloqueos que, en algunos casos, acabarán empeorando situaciones posteriores, como ya lo adelantaron algunos gremios a finales del pasado mes de enero.
De la misma forma, a causa de estas imposibilidades viales, los costos de los fletes a través de estas ciudades son cada vez mayores, en caso de que se puedan tomar vías alternas, como fue para los bloqueos a través de la Vía Panamericana, situación que también ha empeorado por la escasez de combustible para la realización de estos, que además ven aumentado su tiempo de realización, debido a que muchos de los conductores que los llevan a cabo deben esperar en largos trancones para poder avanzar a través de estas rutas una vez sean abiertas o, en su defecto, obligándolos a realizar escalas como consecuencia de la duración extendida que obtienen estos viajes por las imposibilidades de circulación.
Dentro de los afectados también se encuentran los gremios de los productos producidos para estas zonas, como lo fue el del aceite de palma en el caso de Santander, los productores de papa, cebolla y café o hasta petróleo y combustible para la localidad de Nariño, además acotando las consecuencias que se generan para los sectores avícola y porcícola, que se encontrarían entre los más afectados de igual manera, lo que llevaría a pérdidas millonarias.
Se estima que algunos de estos bloqueos implicarán abastecimiento y hasta subida de precios en algunos alimentos y productos de primera necesidad que son producidos en estos territorios, lo que complicará la compra de la cesta básica para algunas familias de ciudades cercanas a estas zonas, e incluso podría empeorar el tema de la inflación económica para la nación y sus habitantes.
Sin contar las consecuencias económicas a las que tendrán que enfrentarse las familias de los trabajadores del gremio de carga, que han visto durante este periodo del año afectadas sus funciones, por lo que algunas agremiaciones se han visto en la obligación de mediar entre las entidades gubernamentales y los habitantes de estos sectores con el objetivo de que pueda ser concertada una solución a algunos de estos bloqueos en la brevedad de lo posible, y así evitar mayores consecuencias.