Millones de trabajadores colombianos se encuentran a la expectativa por una de las decisiones más importantes que tiene que tomar el Gobierno de cara a 2024. Se trata de la definición del incremento del salario mínimo, que no solo fija el ingreso que tendrán más de 2 millones de trabajadores, sino que también dicta el aumento que sufrirán rubros como el Soat, los arriendos y hasta las multas de tránsito, en algunos casos.
Definir esta cifra no es una tarea fácil para ningún Gobierno, pues el porcentaje que decidan afectará a empresarios y trabajadores por igual, por lo que esta debe ser fijada de manera cuidadosa. Para ello, el Gobierno normalmente crea una mesa de concertación, que es acompañada por la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales.
Dicho encuentro inició en el pasado mes de noviembre, entre el Gobierno nacional, las asociaciones sindicales y también los gremios de empresarios y empleadores. Allí, cada uno expuso sus ideas y propuestas frente al alza. La más sonora fue la que hicieron los sindicatos y que buscaba un incremento del 18 %.
Los empresarios prefirieron no divulgar una cifra oficial y aseguraron que el aumento debía ser similar al que tuviera la inflación al cierre del año, cuya proyección del Banco de la República apunta a un cierre del año en 9,8 %.
El 18 % de las centrales obreras fue una de las piedras en el zapato en la concertación, pues la cifra considerablemente elevada dejó muy lejana una cifra en común. Hace algunas horas se pudo establecer que esas centrales sindicales decidieron reducir su apuesta y dejarla en un 12 %, hecho que pudo haber causado una pelea interna entre esas asociaciones.
La razón de la nueva discusión interna entre los sindicatos
La situación se conoció gracias a una columna publicada por el anterior presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), José Diógenes Orjuela, quien aseguró que durante los días que duró la puja, se dieron varios hechos lamentables que estarían buscando burlar la propuesta hecha por los líderes sindicales.
Se refirió precisamente al presidente actual de la CUT, Fabio Arias, a quien califica como nuevo integrante del Gobierno, asegurando que este busca defender al presidente Petro “sin importar si sus decisiones son o no favorables a los intereses de la clase trabajadora”.
Orjuela afirma además que el Gobierno habría ordenado bajar las aspiraciones en el salario mínimo para facilitar un acuerdo entre los empresarios y los sindicatos.
“Arias convocó al Comité Ejecutivo de la CUT y les propuso bajarse al 12,5 %, bajonazo sin precedentes, para que el presidente Petro pudiera acercase a la propuesta de los empresarios y no verse obligado a sacar un incremento por decreto. Allí no logró la unanimidad”, comentó.
El líder sindical afirmó que el presidente estaría por imponer un incremento bajo, tal como lo ha expresado en repetidas ocasiones el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien apunta a que la cifra debe ser analizada con base en la inflación.
“Lo que pasa es que, como no quiere quedar al desnudo, les tira la pelota a sus agentes en las centrales sindicales, que, en efecto, deciden abandonar a los trabajadores”, apuntó.
Después mencionó otro capítulo dentro de la pelea, pues luego de pedir una baja al 12,5 % en la propuesta, Arias decidió bajar más la cifra y presentar una propuesta de un 12 %, según Orejuela, “sin reunir al Comité Ejecutivo, para que el Gobierno pueda hacer el acuerdo con empresarios, esos a los que hasta hace escasos días condenaba por no ser tan gobiernistas como él”.
Orejuela finaliza la carta refiriéndose a un presunto fraude que habría cometido Arias en las elecciones de la CUT para llegar al cargo de presidente y a realizar los favores del Gobierno. “Se está repitiendo, pero en forma más repugnante, lo acontecido el año anterior”, concluyó.