El precio del dólar en Colombia tuvo una trepada importante desde la última semana de abril, y al parecer este comportamiento no parece mejorar por estos días, luego de haber registrado bajas importantes en Semana Santa. Recientemente, la Tasa Representativa del Mercado fluctuó entre 4.300 pesos y 4.400 pesos, un valor que no se veía desde hace 6 meses, cuando incluso alcanzó los 5.000 pesos.
De acuerdo con los reportes de cierre de la Bolsa de Valores de Colombia para esta jornada, la moneda oficial de los Estados Unidos acabó en 4.697 pesos con 65, lo que marca un retroceso de 28 pesos y 65 centavos respecto a la Tasa Representativa del Mercado fijada para hoy que es 4.669 pesos.
En los reportes de esta mañana, la moneda oficial de los Estados Unidos comenzó en 4.730 pesos, lo que marca un aumento de 61 pesos de acuerdo con la TRM también fijada para hoy.
Esta situación es muy diferente a la registrada, por ejemplo, en marzo, que hubo un buen comportamiento del precio del dólar en Colombia, que, al parecer, mantiene la tendencia en abril; en la primera semana, por fin bajó de 4.600 pesos. El respiro se siente en Semana Santa, en la que, incluso, con esta baja importante, quienes salieron del país para disfrutar de un descanso en el exterior experimentaron un golpe menor al bolsillo.
Para esta época, el comportamiento de la divisa en Colombia, los expertos aseguran que pudo ser en respuesta luego de la proyección de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en que el crecimiento del comercio mundial se desacelerará a 1,7 % en 2023, publicadas el pasado miércoles Santo.
Los economistas de la OMC prevén ahora un crecimiento del volumen del comercio de 1,7 % en 2023 ―en alza con respecto a la estimación de 1,0 % hecha en octubre―, aunque por debajo del 2,7 % en 2022.
Según la OMC, un factor clave de esta mejoría es la flexibilización de los controles vinculados con la pandemia de covid-19 en China, que liberaría la demanda de consumo acumulada en el país y estimularía así el comercio internacional.
Por otra parte, los economistas de la OMC proyectan un crecimiento del PIB de 2,4 %. “El comercio continúa siendo un motor de la resiliencia de la economía mundial, pero seguirá estando sometido a la presión de factores externos en 2023″, subrayó la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, en un comunicado, en el que instó a los gobiernos a evitar “una fragmentación de las transacciones comerciales” y a abstenerse “de ponerle trabas al comercio”.
El hecho de que el volumen del comercio mundial creciera un 2,7 % en 2022, menos que la tasa de 3,5 % que la OMC había previsto en octubre, se debió a una caída en el cuarto trimestre del año pasado, causada por varios factores, según la OMC.
Entre estos, se encuentra el aumento de los precios mundiales de los productos básicos, el endurecimiento de la política monetaria en respuesta a la inflación y los brotes de covid-19, que perturbaron la producción y el comercio en China.
Para el economista jefe de la OMC, Ralph Ossa, es “probable” que factores como los “efectos persistentes del covid-19 y las tensiones geopolíticas crecientes” también afecten al comercio y a la producción en 2023, como ya hicieron en 2022.
Para 2024, se espera que el comercio crezca un 3,2 % y el PIB, un 2,6 %. Pero se trata de una estimación “manchada de una incertidumbre más fuerte de lo habitual”, advierte la OMC, por las tensiones geopolíticas, la inseguridad alimentaria mundial y las eventuales consecuencias imprevistas del endurecimiento de las políticas monetarias, los riesgos que afectan a la estabilidad financiera y el aumento de la deuda.
Con información de la agencia AFP.