Unos tiempos apretados tiene el nuevo gobierno con las reformas que pretende introducir este mismo año, de manera que las medidas contenidas en los proyectos de ley puedan empezar a aplicarse en el inicio del próximo año.

Por norma, el Presupuesto general tendrá que ser aprobado antes de la media noche del 20 de octubre, por lo que lo anunciado hasta ahora, principalmente por el presidente de la comisión tercera de Senado, Gustavo Bolívar, es que la reforma tributaria no llevará mensaje de urgencia, como es habitual en este tipo de proyectos legislativos. Por ello, algunos analistas han expresado su opinión acerca del riesgo que esto implicaría.

Las razones que han sustentado los voceros del nuevo gobierno, para no agregar a la reforma tributaria la solicitud de mensaje de urgencia, lo que indica que el Ejecutivo le pide al Legislativo que lo tramite más rápido, es que se requiere evaluar el monto del presupuesto que ya fue radicado en el Congreso, por 391,4 billones de pesos, para poder establecer cómo se manejarán las finanzas públicas disponibles, tanto para cubrir el déficit fiscal, como para financiar los programas de gobierno.

En consecuencia, intentan evitar un ‘trancón’ en la agenda legislativa con los proyectos económicos que se requiere evacuar.

Lo cierto es que las lecciones que dejan las experiencias pasadas con reformas y proyectos de ley, es que en los primeros meses de gobierno, cuando existe lo que los expertos llaman ‘luna de miel’ del gobierno con el Congreso, es que se deben tramitar las leyes más complejas de aprobar, porque requieren consensos. Más allá de ello también está el hecho de la brevedad del tiempo.

Si bien, Javier Hoyos, director de la firma Gestión Legislativa, estima que la reforma tributaria perfectamente podría tener tiempo suficiente para ser aprobada en el Congreso, aún priorizando primero el debate y aprobación del Presupuesto General 2023, también expresa que no dejan de haber riesgos, por lo cual, “tradicionalmente esta iniciativa es enviada con mensaje de urgencia”.

De acuerdo con lo expresado por Hoyos, la reforma tributaria sin mensaje de urgencia implica que debe tener cuatro debates: de manera individual en el Senado y en la Cámara, y dos en las plenarias de las dos cámaras.

Señala Hoyos que entre la aprobación del primer debate (en comisión de Senado, por ejemplo) y el segundo (en plenaria de Senado) deben mediar 8 días. Luego, para pasar al tercer debate (en la comisión de Cámara) deben pasar 15 días.

Luis Carlos Reyes, director de la Dian, es el encargado de aportar el componente técnico para que la propuesta sea viable y justa.

Así se aprueba un proyecto de ley

Una vez se radica en el Congreso un proyecto de ley, con la propuesta original (puede ser de iniciativa gubernamental o congresional), es enviado a la comisión respectiva para el inicio del trámite de estudio y aprobación. En el caso de la reforma tributaria, entra por las comisiones terceras, especializadas en temas económicos.

Uno de los momentos importantes, que en ocasiones ha generado ‘vicio de trámite’, es que el proyecto debe ser enviado a la Imprenta Nacional para la publicación en la Gaceta del Congreso, de forma que se haga público para todos los colombianos.

En la comisión específica a la que llega el proyecto le asignan ponentes, quienes serán los encargados de estudiar la propuesta y presentar una ponencia en la que están los detalles que se van a analizar en los debates. Las ponencias pueden ser positivas o negativas y los integrantes de la comisión deben votar si o no la aprueban. En caso de un no, la propuesta es archivada, de lo contrario, se estudia, se vota y se aprueba, con lo cual, pasa a segundo debate.

Panorámica votación de la moción de censura en contra de la ministra MinTIC Karen Abudinen en la Cámara de Representantes. Bogotá, sep. 10 de 2021 Foto Guillermo Torres Reina / SEMANA | Foto: Revista Semana

Para los terceros y cuartos debates vuelve a ser necesario tener ponencias nuevas, teniendo en cuenta que en el transcurso del trámite, al proyecto le van realizando ajustes, según nuevas propuestas o para corregir medidas que, en el estudio de la iniciativa, sean tenidas como inconvenientes.

Es por todo ese trámite que, de no tener mensaje de urgencia la reforma tributaria, podría tener riesgo de no lograr completar el trámite antes de finalizar el año, para que puedan entrar a regir las medidas adoptadas a partir del primero de enero. Más aún si la idea, según lo que ha dado a conocer el nuevo gobierno, es que se tramiten varias reformas en este mismo año.