Incertidumbre es lo que hay alrededor de la situación que se presenta en la ladera del volcán Cerro Bravo, en la cordillera de los Andes, donde se registran emanaciones de gases y vapores que causan incandescencia al interior de la montaña y, hasta el momento, se descarta una relación con expulsiones volcánicas.
La empresa Transportadora de Gas Internacional (TGI), de propiedad del Grupo Energía Bogotá (GEB), tras detectar el incremento de temperatura, cercano a los 700 grados, en el punto en el que está el tubo de gas para suministro a los departamentos aledaños, decidió suspender el servicio, lo que ahora es motivo de preocupación para el presidente del GEB, Juan Ricardo Ortega, pues una tubería de TGI está a solo 1,50 metros de longitud y 1,80 metros de profundidad del punto de este hallazgo.
La combinación de una alta temperatura con la cercanía de un tubo de transporte de gas es evidente, lo que los llevó a aislar el tramo expuesto al riesgo, desde el pasado 20 de mayo. Aunque hay acciones que se vienen adelantando para tratar de garantizar el abastecimiento a los hogares, lo que más genera preocupación es la necesidad de hallar el origen de la situación, para lo cual, Ortega pide la intervención inmediata de expertos internacionales. Así habló el presidente del GEB en SEMANA.
SEMANA. Hasta el momento, con lo que han podido analizar, ¿Qué tan grave es la situación que se presenta en el sur del país, en cercanías de Cerro Bravo?
Juan Ricardo Ortega. El lío es grande. Desde el viernes, era evidente que había temperaturas de 700 grados a poca distancia del tubo de TGI. Ese tuvo se le compra todo a Ecopetrol en la venta que se hace de Ecogas en 2006. Nosotros no gestionamos ni las licencias, ni los permisos, ni las rutas, todo eso lo hizo Ecopetrol en su momento.
Como se ha divulgado durante el fin de semana, esto está ubicado en el Cerro Bravo, que tiene una historia volcánica compleja. Si la temperatura llega a 760 grados, el gas explota. Por esa razón, se tomó la decisión de que había que cerrar las válvulas y dejar sin gas ese tramo, mientras, en paralelo, se buscaban alternativas.
Frente a una paradoja
SEMANA. ¿Qué se ha hecho desde ese día y qué posibles soluciones hay?
J.R.O. Desde ese día hemos negociado con personas en la zona para poder sacar una variante a unos 90 metros del punto donde están los extremos de calor para poder garantizar el servicio. Pero lo que más se necesita hoy es un diagnóstico oficial urgente que diga cuál es el origen de esto.
Guillermo Rein, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica del Imperial College de Inglaterra, ha entregado declaraciones, según las cuales, es muy raro un fuego latente (es decir, que no tiene casi oxígeno, y además, subterráneo) a esa temperatura. Al mismo tiempo, el experto señala que es muy raro que sea magma y que sea volcánico sin que se tengan emisiones de azufre y sin que haya algún tipo de movimiento sísmico.
Entonces, estamos frente a una paradoja, de un fuego muy caliente, muy localizado, pero que no da señales de volcánico. No es algo muy conocido. El Instituto Geológico Colombiano dictaminó, a partir de sus mediciones de vapores y con sus análisis de las variaciones de temperatura de mayor calor en el cerro, que no puede ser algo relacionado con un tema volcánico.
De esa manera, estamos en manos de la Unidad de Planeación de Desastres, para que coordine, como si fuera un incendio, qué acciones se pueden tomar.
Por nuestra parte, hemos estado buscando expertos, porque, de esos incendios subterráneaos -al día de hoy- no se conocen mucho, ni hay técnicas probadas de cómo extinguirlo. Buscamos expertos y asesorías internacionales para resolver lo más rapido, porque ya el sur del país está sin gas. En Popayán, en Nariño, no hay gas. Y Cali ya está sin el servicio desde las 7 de la mañana de este martes 23 de mayo.
SEMANA. Si no se trata de algo volcánico, ¿qué otra hipótesis acerca del origen de la situación puede caber?
J.R.O. Si no es volcánico es un incendio latente. Incendios subterráneos de material orgánico sepultado por material volcánico hace muchos años. Lo que sorprende es lo caliente.
SEMANA. Hay una realidad y es que la gente está sin gas en el suroccidente. Podría haber mucha demora en solucionar, por todo eso que usted menciona, que hay que hacer diagnósticos y buscar expertos internacionales. ¿Cuáles son las salidas de corto plazo para la gente?
J.R.O. Ya estamos construyendo una variante por encima. El fin de semana cerramos acuerdos de predios y permisos; ahora estamos con personal definiendo medidas de seguridad, puntos de encuentro, señales de alarma. Vamos a construir lo necesario lo más rápido posible. El lío es la incertidumbre de qué es lo que enfrentamos.
SEMANA. Es decir, ¿la gente tendrá gas pronto y en paralelo sigue la búsqueda del origen del problema?
J.R.O. La Unidad de Desastre quedó con la responsabilidad de definir la causa raíz, para ayudar y por lo grave, ya estamos nosotros contactando expertos para ir actuando. La gente no va a aceptar demoras. Estamos luchando por esto, pero hay incertidumbre.