Es literal que se requiere una solución salomónica por parte del Banco de la República, cuya junta se reunirá este viernes 29 de septiembre y en la sesión, tendrán que tomar la decisión de dejar las tasas de interés de referencia, que están elevadísimas (13,25 %), o empezar el ciclo bajista, como ya lo han iniciado países vecinos como Chile, Brasil y Perú.
En la banca colombiana se ha disminuido el número de personas interesadas en adquirir créditos. Los colombianos no están logrando comprar casa y el consumo se ha reducido, porque el ingreso mensual se lo traga la inflación y, ni pensar en comprar con tarjetas de crédito, porque los intereses están por las nubes.
Eso ha llevado a que la economía esté desacelerada y cuando eso ocurre, también se puede afectar el empleo, porque si las empresas no producen, tampoco contratan personal. Es más, podrían hasta recortar sus nóminas.
La preocupación está en el horizonte, por lo que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha unido su voz a la de los empresarios, insistiendo en que promoverá, a través de su participación en la junta del Banco de la República, que empiece a destorcerse el camino trazado, de subir los intereses de los créditos, para tratar de contener la inflación.
En el equipo directivo que rige la política monetaria, entre tanto, se han escuchado voces, como las de Roberto Steiner, uno de los integrantes de la junta, que dan señales de que no hay un consenso para respaldar la petición del Ministro y los empresarios.
Ese contexto fue recopilado por los investigadores de Corficolombiana, que pusieron el termómetro al tema y coinciden en afirmar que el Banco de la República estará más que nunca en la disyuntiva de bajar o mantener estable la tasa de política monetaria en 13,25 %.
Para Corficolombiana, de hecho, la junta tiene una razón poderosa que estaría en contra de bajar las tasas y es que “la inflación al consumidor está cediendo más lento de lo previsto, sigue en dos dígitos y es la más elevada entre las principales economías de la región”.
Por el contrario, la presión para bajarla estaría por el lado del ahorcamiento que tiene la actividad económica, lo que ya completa un año y se evidenció aún más en el segundo trimestre de 2023, cuando apenas creció 0,3% anual, con una contracción de 3,9 % en la demanda interna”, dice el estudio.
Lo que viene puede ser más complejo
Si los colombianos sienten apretón, debido a las altas tasas de interés, y el freno a la economía no deja avanzar al sector privado para que genere dinamismo, el Banco de la República tendrá que tomar una solución con pinzas.
En el análisis de Corficolombiana, la expectativa plasmada es que el Banco continúa postergando la baja en los intereses, al menos hacta octubre, cuando iniciaría una reducción mínima, de 25 puntos básicos (0,25 %), para luego aplicar una reducción mayor en diciembre, de 50 puntos básicos, con lo cual, al terminar el año las tasas de interés de referencia terminarían en 12,5 %.
“Estas decisiones se transmitirían plenamente sobre la economía dentro de 12 meses o más, es decir, hacia finales de 2024, dado el rezago con el que actúa la política monetaria”, recuerdan los expertos de Corficolombiana, con lo cual, ya hay analistas que coinciden en que el año venidero será aún más complejo que 2023.
¿Y el salario mínimo?
Corficolombiana se adelanta a advertir que un aumento del salario mínimo de 2024 muy superior a la inflación de este año, “sumado a un deterioro adicional de la prima de riesgo país asociado a la incertidumbre en torno a la disciplina fiscal, pueden presionar al alza las expectativas de inflación y dificultar el proceso de normalización monetaria”.