Los procesos de importación son fundamentales para las diferentes economías del mundo. No todos los países cuentan con la capacidad de producir los bienes y servicios de consumo interno, por lo que deben realizar diferentes acuerdos y tratos con otros países para comprar este tipo de mercancías.
Pese a que ese proceso trae una serie de beneficios para empresarios y consumidores, lo cierto es que el mal manejo de ese proceso o el predominio de los bienes importados sobre los bienes locales, afectan considerablemente a la economía del país y a las empresas que operan aquí.
Hace algunas horas, una de las empresas insignia de la industria del acero en Colombia presentó una denuncia tras hechos relacionados con la importación de bienes. La compañía aseguró a través de un comunicado estar viviendo una seria desaceleración por el aumento de importaciones de esta materia prima en Colombia.
Se trata de la empresa Paz del Río, que aseguró que la competencia desleal por cuenta de importaciones masivas de acero a precios predatorios desde países con los que Colombia no tiene tratado de libre comercio ha venido agudizándose. La problemática amenazaría la estabilidad del empleo local.
Reportaron que el volumen de acero llegando a Colombia desde países que no tienen TLC se incrementó cerca de un 75 % en el primer semestre del año, en comparación con los volúmenes importados para el segundo semestre de 2023. Eso dejó ver que el mercado colombiano está inundado con productos que están entrando bajo condiciones “privilegiadas” en detrimento de la industria nacional y del empleo generado en Colombia, por parte de los productores de acero.
Estamos denunciando la agudización de la competencia desleal y alertando sobre el impacto grave que esta situación puede tener en el empleo. Desde Paz del Río hemos venido protegiendo a toda costa los puestos de trabajo, asumiendo incluso pérdidas económicas importantes. Sin embargo, la situación ha empeorado y no podemos solos. Necesitamos medidas urgentes como país. La más importante, establecer salvaguardias al acero que está ingresando de manera desleal desde China y Rusia”, comentó el presidente de la compañía, Fabio Galán.
Respecto a las cifras de la empresa, esta reporta que son unas 21.000 personas las que derivan sus ingresos de la actividad de la compañía, entre los que se encuentran empleados directos, contratistas, pensionados y familias que viven de los encadenamientos productivos generados a partir de los encadenamientos productivos promovidos por la empresa.
Por otro lado, se estima que la compañía anualmente realiza compras por 1,3 billones de pesos a proveedores nacionales, de los cuales el 93 % se encuentra en Boyacá.
“Las importaciones masivas de acero chino y ruso han venido afectando a varios países, y a medida que los mercados van imponiendo aranceles estos tratan de alocar mayores volúmenes en países como Colombia, donde aún no se han impuesto salvaguardias. De ahí que desde Paz del Río se advierta sobre la importancia de tener una política alineada con sus socios comerciales tradicionales, como Estados Unidos y México, que justamente acaban de anunciar de manera conjunta una nueva medida que incluye la imposición de un arancel hasta del 25 % a los envíos de acero chino o ruso que intenten al mercado estadounidense a través de México”, indica la compañía en el comunicado.
Finalmente, Galán aseguró que aunque no se oponen a las importaciones, sí piden que Colombia, al igual que otros países, impidan las prácticas de competencia desleal y así también protejan el empleo nacional. Además, cierran con una sorprendente cifra, asegurando que solo en 2023 China produjo cerca de 1.019 millones de toneladas de acero, equivalentes a un promedio de 120.000 toneladas por hora. Es decir, pueden sacar en 13 horas lo que Colombia tarda en producir un año.