El gobierno del presidente Gustavo Petro buscará adjudicar en 2023 la construcción de la Planta de Regasificación del Pacífico, un proyecto que intentó sacar adelante la administración de Iván Duque en octubre en 2021, pero fracasó porque ninguna empresa mostró interés en desarrollarlo.

Se tiene previsto que las empresas que están interesadas en construir y operar esta regasificadora presenten sus ofertas económicas el 3 de marzo de 2023 ante la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), que se tomará varios días para revisarlas y anunciar al posible ganador el 31 de marzo.

Sin embargo, habrá una oportunidad para que compañías interesadas presenten contraofertas el 11 de abril por lo que, tras un proceso de evaluación, el 8 de mayo del próximo año se estaría anunciando a la empresa que estaría a cargo de construir esta planta de regasificación.

Este proyecto consiste en construir una infraestructura en el municipio de Buenaventura, con una capacidad bruta de almacenamiento de 200.000 metros cúbicos de gas natural licuado y una capacidad de regasificación de 400 millones de pies cúbicos de gas por día.

Para llevar el gas natural que se les compre a otros países hacia el interior de Colombia, el inversionista deberá construir un gasoducto entre Buenaventura y Yumbo (Valle del Cauca), el cual ha sido considerado el gran cuello de botella para la entrada en operación a tiempo de este proyecto.

La planta de regasificación debe comenzar a operar 58 meses después de que sea adjudicado (mayo de 2023), es decir, hacia marzo de 2028. De esta manera, se busca que Colombia diversifique sus fuentes de suministro de gas natural ante las bajas reservas de gas que posee y que actualmente alcanzan para solo 8 años.

La Planta de Regasificación del Pacífico debe entrar en operación en 2028. | Foto: SPEC

El costo total del proyecto se calcula en unos US$700 millones, pero la incógnita que aún persiste es quiénes van a pagar esta inversión y en qué proporción. Algo que sí está claro es que a los colombianos les cobrarán, vía tarifa, esta plata, pero aún no se conoce la magnitud del aumento.

“No hay problema con que hagan la inversión, pero hay definir quién la va a pagar. Si dicen que la va a pagar el mayor usuario de gas, que es Ecopetrol, eso cuesta US$30 millones o US$40 millones al año”, dijo el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón frente al tema.

Por ello, considera que es muy importante revisar este tema “con muchísimo detalle hacia adelante”, porque puede representar costos adicionales tanto para las empresas como para los usuarios en el país.

Pero la importación de gas no es un tema nuevo en Colombia. Desde diciembre de 2016 se comenzó a traer gas desde el exterior cuando entró a operar la Planta de Regasificación de Cartagena, la cual abastece a varias térmicas ubicadas en la región Caribe: Tebsa, Termocandelaria y Termoflores.

Plan de importar gas desde Venezuela sigue vivo

Pero además de las regasificadoras, traer gas desde Venezuela es una opción que sigue latente en Colombia, porque la decisión del gobierno del presidente Gustavo Petro es que “no va a haber más exploración y explotación de hidrocarburos” en el país.

“La soberanía no se va a ver afectada en ningún momento por el hecho de que tengamos unas plantas de regasificación en el Caribe y el Pacífico y activemos un gasoducto con países fronterizos como es el caso venezolano”, dijo la viceministra de Energía, Belizza Ruiz.

La importación de gas a través de plantas de regasificación se está contemplando porque Colombia no puede “depender de la situación política de un país externo. Por eso, estamos pensando en la regasificación, por el Pacífico entraría gas de otros sitios del mundo”.

“No es nuestra idea depender únicamente de Venezuela o de las relaciones económicas y políticas que se puedan tener con el país vecino; por lo tanto, no vamos a depender de un solo país, sino de la importación de diferentes países”, agregó la viceministra de Energía.