En Colombia parece que siempre falta un pelo para el moño. Luego de 5 meses consecutivos con una reducción en la tasa de inflación, lo que ya parecía ser una tendencia, volvió a aparecer otro traspiés.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, destacó que la cifra haya pasado de 11,78 % en julio a 11,43 % en agosto, pero no pudo ocultar cierto desazón, teniendo en cuenta que la expectativa de todo el mercado, era que el índice de precios al consumidor bajara más.
“Lo importante para el país es entender que vamos en tendencia descendente. Esperamos a final de año llegar a un dígito, 9,2 %. Creemos que, tal como están dadas las condiciones se va a dar”, dijo el funcionario.
Bonilla enfatizó que en el octavo mes del año apareció “un pequeño traspiés y son todas las contingencias del Llano, lo que implicó un incremento temporal en el precio de algunos alimentos. Esa es la razón por la cual solo bajamos al 11,43 por ciento; sin embargo, vamos en la senda descentende”, dijo.
¿Y las tasas de interés no iban a bajar?
La celebración por la senda descendente que había tomado la inflación en Colombia, se debía a que, de mantenerse de manera sostenible y con bajas significativas, conllevaría a su vez a que el Banco de la República tomara la decisión de bajar las tasas de interés de referencia, que son las que aprietan el bolsillo de los ciudadanos e impiden el consumo, ocasionando así un freno en el crecimiento de la economía. Y si la economía no se expande, el empleo tampoco, de manera que se trate de un círculo que puede ser virtuoso o puede llegar a desbaratar todo el naipe.
De hecho, luego de conocer el dato de inflación y de expresarse sobre lo sucedido en la vía al Llano, con el cierre intermitente del corredor, el ministro Bonilla señaló que “de pronto se van a ralentizar las conversaciones con el Banco de la República, porque por ahora tenemos una inflación ligeramente menor a la reducción esperada”.
En días pasados, el jefe de las finanzas públicas se había sentado a la mesa con el sector privado y juntos, pidieron al Banco de la República que analizara la posibilidad de empezar ya (en septiembre), la reducción de las tasas de interés.
Los integrantes del equipo directivo del Emisor también estaban echando números y atentos a las señales que da la economía, para establecer el momento en el cual, se debe iniciar el recorte de tasas, para aliviar así el bolsillo de los colombianos con los créditos.
Sin embargo, el margen de negociación, para que la junta del Banco de la República llegue a bajar, aunque sea lo mínimo, las tasas de interés, está. Bonilla recordó que “Tenemos una ventaja de 180 puntos básicos sobre la tasa de intervención”. Esto significa que, mientras la tasa de interés se ha mantenido en 13,25 %, la inflación ya ha bajado a 11,43 % (la diferencia de 1,82 % equivale a 182 puntos básicos).
En cuanto a la meta del año, de esperar una inflación en un solo dígito, Bonilla expresó que quedan 4 meses, por lo cual, mantiene la expectativa de lograrlo.
Y acerca de lo que puede pasar con las tasas de interés en la próxima junta del Banco de la República, que tendrá lugar el 29 de septiembre, señaló: “Pensamos que ya es hora de empezar a bajar las tasas, pero hay que mantener también el estado de alerta y prevención, pues esperábamos que empezara a bajar más rápido la inflación. Desafortunadamente, la coyuntura vial no lo permitió”.