La Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite anunció, este 11 de enero, las cifras arrojadas por parte de la industria durante el mes de diciembre, dando así también cierre a la comparación de estas con lo producido a lo largo del año 2021.
Según informaciones de este gremio, en diciembre de 2022 la producción de aceite de palma en Colombia fue de 131.000 toneladas, lo que permitió obtener una cifra de 1.769 miles de toneladas, por lo que se aumentaron en un 1,2% las cifras totales obtenidas desde el mes de enero hasta diciembre durante el 2021.
Así también, un incremento del 4,6% fue reportado en materia de ventas respecto al año 2021, con un total de 1.780.000 toneladas, de las cuales 74% fueron ventas locales representando 1,3 millones de toneladas, y el 26% restante fue exportado siendo estas 466.000 toneladas significativas para una disminución del 4,6%.
Desglosando estas ventas locales, se encuentra que el 46,6 por ciento de estas se dio hacia empresas tradicionales, 43,6 por ciento a la industria del biodiesel, y el 9,8 por ciento, para alimentos concentrados y otras industrias.
En materia de consumo además, el aceite de palma se posicionó como el aceite vegetal más consumido en Colombia, con 1,46 millones de toneladas, las cuales representaron un aumento del 7,3% para este gremio de elaboración.
Se estima que estos distintos aumentos se han debido a varios factores favorables para el crecimiento del ya mencionado campo, entre ellos están: mejores prácticas de fertilización a lo largo del proceso de producción, gran prevalencia por parte de la producción de fruta, aceites, y el material híbrido OxG los cuales son de gran resistencia a la hora de ser cultivados, y finalmente una mejor distribución de lluvias a lo largo del territorio nacional, lo que permitió que las cosechas fueran más fructíferas.
Sin embargo, este último se encuentra entre una de las mayores amenazas para el sector agro en este año 2023, pues se considera que el Fenómeno de la Niña, que ha generado estragos y fuertes lluvias a lo largo de todo el territorio nacional se mantendrá al menos hasta el mes de marzo según el Ideam, lo que pone en riesgo los cultivos, debido a que si estos acaban recibiendo demasiada agua, pueden terminar deteriorándose y generando una gran pérdida productiva para las industrias.
Si bien las entidades gubernamentales han ofrecido subsidios durante los últimos años a los gremios agro que se han visto afectados por estas situaciones, nunca han parecido ser suficiente como para redirigir estos cultivos y que puedan ser recuperados, por lo que también se tratará de un reto gubernamental para el nuevo año.
De la misma forma y como en la gran mayoría de campos económicos, la inflación será un factor contraproducente, debido a que los costos de producción se verán aumentados, y los distintos miembros de los gremios tendrán la obligación de buscar alternativas que puedan ser más asequibles y que de la misma manera ofrezcan una eficacia cercana en cuanto a resultados de producción, además representará un aumento en costos para sus consumidores, por lo que también puede significar un gran reto en materia de ventas.
La industria del aceite de palma y sus allegados tendrán que mermar los efectos negativos que pueden traer estos nuevos retos, para así poder llegar a mantener las cifras tan positivas que ya logró alcanzar durante el año 2022, promoviendo siempre la intención de aumentar cada vez más la ampliación de este mercado, sus alcances y también ganancias económicas.